tag:blogger.com,1999:blog-1179566225322457502024-03-06T01:58:11.853+01:00helga(AlterEgo)Alter Egohttp://www.blogger.com/profile/15949185458048190142noreply@blogger.comBlogger17125tag:blogger.com,1999:blog-117956622532245750.post-30459818285423785182010-06-07T00:16:00.007+02:002010-06-07T09:05:39.313+02:00En el AscensoR (La Mudanza)<a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjPrg02a-kp7OuozNn_IOi32stXXdWilHLkS1h-z-5tU0xb7ANXikkKa9WCZ3ST4vztfTixlU_Nv8TG57CYvPbW8hY4URuGRL96fI5DAaZ2_vp4LwqjmfYqw2JV7laUKYoYKV34V6ixFog/s1600/ascensor.JPG"><img style="float:left; margin:0 10px 10px 0;cursor:pointer; cursor:hand;width: 113px; height: 170px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjPrg02a-kp7OuozNn_IOi32stXXdWilHLkS1h-z-5tU0xb7ANXikkKa9WCZ3ST4vztfTixlU_Nv8TG57CYvPbW8hY4URuGRL96fI5DAaZ2_vp4LwqjmfYqw2JV7laUKYoYKV34V6ixFog/s200/ascensor.JPG" border="0" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5479788557415175250" /></a><p class="MsoBodyText" style="text-align: justify;margin-left: -7.1pt; "><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">Acababa de instalarme en el nuevo piso. Esperaba en el rellano a que subiera el ascensor para bajar la última caja de cartón vacía al contenedor. Estaba satisfecha por haber terminado la mudanza en sólo 4 días. Cuando llegó el ascensor y se abrieron las puertas, el espejo reflejó mi imagen y me di cuenta de que no me había cambiado la ropa para bajar a la calle. Llevaba puesto todavía el pantalón corto y la camiseta sudada, sin ropa interior. Pero no importaba pues era bastante tarde y la probabilidad de encontrarme algún vecino, a esas horas un martes por la noche, era baja. No sabía exactamente qué hora debía de ser pero deduje que ya habría pasado la medianoche.</span></span></p><!--StartFragment--> <p class="MsoBodyText2" style="text-align: justify;margin-left: -7.1pt; "><span><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">En la calle hacía una temperatura muy agradable, y cuando volví del contenedor me senté en los escalones del porche. Dejé las llaves en un escalón, apoyé mis manos en el pavimento aún caliente y eché mi cabeza hacia atrás, cerrando los ojos para disfrutar del silencio. Sólo se oía el susurro del viento jugueteando entre las hojas de los árboles. Aún me quedaba una semana de vacaciones y la pensaba disfrutar descansando en la piscina, leyendo y bronceándome.</span></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-left:-7.1pt;text-align:justify"><span><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">Me sobresaltó un chasquido. Abrí lo ojos y vi entrar a un vecino. Había coincidido algunas veces con él en el ascensor en varias de mis visitas al piso antes de instalarme. Y recordé alguna de las fantasías que entonces rondaron mi cabeza imaginándome con él dentro de aquél ascensor.</span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;"><o:p></o:p></span></span></span></p> <p class="MsoBodyText" style="text-align: justify;margin-left: -7.1pt; "><span><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">Me saludó con un ladeo de cabeza y se dirigió hacia la puerta del vestíbulo. En todas las anteriores ocasiones que nos habíamos cruzado vestía traje y corbata. Hoy no. Hoy llevaba pantalón corto y camiseta, y sujetaba una raqueta en una mano y una bolsa de deporte en la otra. Apoyó la bolsa en el suelo, y se agachó. Mientras buscaba sus llaves dentro, me fijé en sus piernas y en sus brazos. Bajo la ropa de aquellos trajes que yo recordaba no parecía tener un cuerpo tan atlético y cuidado. Alzó un momento la cabeza de la bolsa y al sorprenderme mirándole me ruboricé. Para disimular me levanté y le dije que no cerrase la puerta, que yo también subía.</span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;"><o:p></o:p></span></span></span></p> <p class="MsoBodyText" style="text-align: justify;margin-left: -7.1pt; "><span><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">Conversamos brevemente mientras estábamos en el ascensor y se interesó por saber si ya estaba definitivamente instalada. Fue muy amable al ofrecerse por si necesitaba algo, y lo primero que pasó por mi cabeza fue poder decirle: “sí, un viaje de placer en este ascensor”. Pero sólo le di las buenas noches y salí. Cuando fui a abrir la puerta de casa recordé que había olvidado las llaves en la escalera del porche. Volví a apretar el botón para bajar y al abrirse la puerta me encontré de nuevo con él. </span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;"><o:p></o:p></span></span></span></p> <p class="MsoBodyText" style="text-align: justify;margin-left: -7.1pt; "><span><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">- iba a darme un baño en la piscina… y pensé que a lo mejor te apetecía bajar también.</span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;"><o:p></o:p></span></span></span></p> <p class="MsoBodyText" style="text-align: justify;margin-left: -7.1pt; "><span><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">Sin pensármelo, le dije que sí. Quedamos en 5 minutos en la piscina y, con mis llaves ya en mi poder, entré a coger una toalla y ponerme un bikini. Mientras volvía a bajar, me imaginé retozando con él en aquel amplio ascensor, reflejados en aquél enorme espejo. Y noté mis pezones endurecerse bajo el bikini.</span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;"><o:p></o:p></span></span></span></p> <p class="MsoBodyText" style="text-align: justify;margin-left: -7.1pt; "><span><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">Una vez en el jardín, dejamos las toallas en una de las hamacas y nos sentamos al borde la piscina con los pies dentro. Nos presentamos oficialmente intercambiando alguna que otra confidencia sobre nuestras vidas privadas. Así supe que hacía dos años que vivía sólo, entre aventuras y devaneos con varias mujeres, pero sin compromiso con ninguna. Había salido de una relación algo tormentosa y sólo le apetecía divertirse y disfrutar. Me gustó su sinceridad. Y su manera de expresarse. Y su cuerpo. Y su forma de mirarme... Tanto que cuando noté que me iba subiendo la temperatura me tiré al agua. Él me siguió y disfrutamos de un largo baño refrescante bajo las estrellas. Cuando salimos del agua me dirigí a la ducha para quitarme el olor a cloro. Él también. Pero no se esperó a que yo terminase, sino que compartimos unas risas y un poco de agua dulce antes de secarnos. Se sujetó la toalla a la cintura y se quitó el bañador.</span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;"><o:p></o:p></span></span></span></p> <p class="MsoBodyText" style="text-align: justify;margin-left: -7.1pt; "><span><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">De subida a casa, todavía mojados, me pareció muy sexy imaginarme su cuerpo bajo aquella toalla que cubría su piel desnuda y húmeda. Y volví a notar mis pezones duros. Sólo que esta vez él estaba delante y se dio cuenta. Cuando llegamos a mi planta y se abrió la puerta, él apoyó un brazo en el espejo y me acorraló en una esquina del ascensor. Yo notaba su respiración agitada. Y él la mía. No hizo nada. No dijo nada. Nos quedamos así unos segundos. Se cerró la puerta, acortó la escasa distancia que nos separaba y me besó. Fue un beso largo, húmedo, con un leve roce de su lengua contra la mía. Me quedé sin palabras, y él sin toalla. Bajé la mirada y vi su sexo erecto, apuntando hacia mí. Lo cogí con una mano y lo acaricié. Con la otra le empujé suavemente para apoyarle contra el ascensor. Fue como pedirle permiso para arrodillarme y que me dejase saborear la turgente carne que tenía entre mis manos. Me lo concedió mordiéndose lascivamente el labio y cerrando los ojos.</span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;"><o:p></o:p></span></span></span></p> <p class="MsoBodyText" style="text-align: justify;margin-left: -7.1pt; "><span><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">Mi lengua traviesa rozaba delicadamente la punta, subiendo y bajando lentamente, lamiendo y chupando cada centímetro de piel, lubricándola con mi saliva para que mis labios pudieran deslizarse suavemente hacia abajo, acentuando la presión un poco más en cada movimiento, aumentando el ritmo en cada recorrido de mi excursión lingual. Jugaba con ella, lamiendo, succionando, dejándola resbalar en mi boca, penetrando mi garganta, notando como crecía, dura, húmeda. Iba alternando mi lengua con leves caricias de mi mano, atenuando la presión de mis labios para disminuir su excitación y prolongar su placer, notando cómo la turgencia iba variando en los cortos intervalos de tiempo en los que yo marcaba el ritmo. Con la otra mano le acariciaba el torso, los muslos, el culo, la entrepierna. Tras unos minutos de caricias suaves y vaivenes intensos de mis labios, apretó sus manos en mi cabeza y liberó toda la excitación acumulada derramando su deseo con pequeños espasmos dentro de mi boca.</span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;"><o:p></o:p></span></span></span></p> <p class="MsoBodyText" style="text-align: justify;margin-left: -7.1pt; "><span><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">Lamí golosamente mis labios y me levanté. Volví a pulsar el botón para abrir la puerta y despedirme. Pero me cogió con una mano por la muñeca y con la otra por la cintura, acercándome a él “</span></span><i><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">¿Adónde vas?”</span></span></i></span><span><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;"> me preguntó subiendo su mano por mi espalda hasta mi nuca para besarme. Después se dejó deslizar hasta el suelo y se sentó sobre su toalla arrastrándome hacia él, sentándome sobre su regazo. A medida que nuestros besos y caricias iban tomando forma, también lo hacía su sexo, adquiriendo poco a poco la turgencia de hace unos minutos, haciendo presión para intentar acomodarse en el calor y la humedad del mío. Me levanté para quitar mi bikini y pulsé el botón haciendo que el ascensor quedase bloqueado en esa planta para poder disfrutar tranquilamente de esta excitante y, seguramente, irrepetible situación.</span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;"><o:p></o:p></span></span></span></p> <p class="MsoBodyText" style="text-align: justify;margin-left: -7.1pt; "><span><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">Cuando volví a sentarme sobre él, su sexo erecto de nuevo ya estaba esperándome entre sus manos, grande, palpitante, ansioso por complacerme. Me dejé caer lentamente, sujetándome en la barra de apoyo bajo el espejo del ascensor, sentándome en cuclillas sobre él. El asirme a la barra me permitió ir subiendo y bajando suavemente sin ningún esfuerzo, moviéndome a mi voluntad rápida o lentamente según sus ojos y sus gemidos me indicaban. Permití que los dedos de sus manos, aferradas a mi culo, exploraran a libre albedrío, consiguiendo encontrar un camino alternativo. Segundos después un orgasmo electrizante aflojó mis piernas haciéndome caer sobre él, que se clavó aún más en mí provocando que su cuerpo se tensase unos segundos y liberase de nuevo su excitación.</span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;"><o:p></o:p></span></span></span></p> <p class="MsoBodyText" style="text-align: justify;margin-left: -7.1pt; "><span><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;"> Permanecimos así unos segundos. Al incorporarnos cogió su toalla y limpió delicadamente mi entrepierna. Después me miró y susurró “¿Mañana a la misma hora?”</span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;"><o:p></o:p></span></span></span></p> <p class="MsoBodyText" style="text-align: justify;margin-left: -7.1pt; "><span><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;"> En ese instante oí de nuevo un chasquido. Abrí los ojos y me encontré sentada en los escalones del porche. El cansancio me había vencido y no pude evitar reirme al comprobar que mi traviesa y lasciva imaginación me la había vuelto a jugar al ver entrar al vecino. Cuando abrió la puerta del vestíbulo me incorporé de un salto y le dije:</span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;"><o:p></o:p></span></span></span></p> <p class="MsoBodyText" style="text-align: justify;margin-left: -7.1pt; "><span><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">- Espera, yo también subo…</span></span><o:p></o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align:justify"><span style="font-family:Arial;font-size:10.0pt;"> <o:p></o:p></span></p> <!--EndFragment--> <!--EndFragment-->Alter Egohttp://www.blogger.com/profile/15949185458048190142noreply@blogger.com9tag:blogger.com,1999:blog-117956622532245750.post-56779705575034833012010-04-18T01:54:00.005+02:002010-04-18T02:00:13.802+02:00JuegoS bajo el ManteL<a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiQuaN5zfVY3mtB4Q11SZipxuRo4GqFBVBNSyjxmefszgcb45uy0pomoJ4isUWME5NC0b5zJNuXFodsj4mszp18eWvYYCGL_DKSx9CFHE6xgv04IOuEwCx-JOAcMDtyKqcZFkfvs8p3wu4/s1600/bdsm-04_2.jpg"><img style="float:left; margin:0 10px 10px 0;cursor:pointer; cursor:hand;width: 138px; height: 200px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiQuaN5zfVY3mtB4Q11SZipxuRo4GqFBVBNSyjxmefszgcb45uy0pomoJ4isUWME5NC0b5zJNuXFodsj4mszp18eWvYYCGL_DKSx9CFHE6xgv04IOuEwCx-JOAcMDtyKqcZFkfvs8p3wu4/s200/bdsm-04_2.jpg" border="0" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5461259251256102770" /></a> <!--StartFragment--> <p class="MsoBodyText" style="text-align: justify;"><!--[if gte vml 1]><v:shapetype id="_x0000_t75" coordsize="21600,21600" spt="75" preferrelative="t" path="m@4@5l@4@11@9@11@9@5xe" filled="f" stroked="f"> <v:stroke joinstyle="miter"> <v:formulas> <v:f eqn="if lineDrawn pixelLineWidth 0"> <v:f eqn="sum @0 1 0"> <v:f eqn="sum 0 0 @1"> <v:f eqn="prod @2 1 2"> <v:f eqn="prod @3 21600 pixelWidth"> <v:f eqn="prod @3 21600 pixelHeight"> <v:f eqn="sum @0 0 1"> <v:f eqn="prod @6 1 2"> <v:f eqn="prod @7 21600 pixelWidth"> <v:f eqn="sum @8 21600 0"> <v:f eqn="prod @7 21600 pixelHeight"> <v:f eqn="sum @10 21600 0"> </v:formulas> <v:path extrusionok="f" gradientshapeok="t" connecttype="rect"> <o:lock ext="edit" aspectratio="t"> </v:shapetype><v:shape id="_x0000_s1026" type="#_x0000_t75" style="'position:absolute;"> <v:imagedata src="file:///Macintosh%20HD/Users/olga/Library/Preferences/Microsoft/Portapapeles/msoclip1/01/clip_clip_image001.jpg" title="bdsm-04_2.jpg"> <w:wrap type="square"> </v:shape><![endif]--><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;">Aquella noche decidimos cenar en un restaurante. Cogimos un taxi para evitar conducir ninguno de los dos, pues tras la cata de vinos de esa tarde ambos estábamos bastante chisposos. <i>(Durante el trayecto recordé la última vez que salimos a cenar fuera de casa. Fue el día que estrenamos el mobiliario nuevo; nos sentamos a comer desnudos, para ver a través del cristal transparente de la mesa cómo nos íbamos poniendo a tono, tocándonos mutuamente entre plato y plato, así que, tras unos minutos de tocamientos, nos calentamos y se nos ocurrió la brillante idea de practicar sexo sobre ella. Pero el cristal no aguantó nuestro ímpetu y acabó resquebrajándose. Aunque esa es otra historia…)</i></span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;"><o:p></o:p></span></span></p> <p class="MsoBodyText" style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;">Cuando llegamos al restaurante sólo había dos mesas ocupadas. Le pedí al camarero que nos acomodase en un rincón discreto, pues al recordar en el taxi la historia de la mesa se me ocurrió que tal vez podríamos disfrutar de una cena subida de tono. Tras leer el menú de la carta y elegir lo que quería, me levanté disimuladamente el vestido bajo el mantel que cubría la mesa y me quité las braguitas, mientras él seguía leyendo indeciso por no saber qué iba a elegir para cenar. Acerqué mi mano a su rodilla y la fui subiendo por su entrepierna hasta llegar al bolsillo de su pantalón, para guardar allí el tanga. Al ponerlo dentro noté la abultada sorpresa de su erección bajo la ropa.</span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;"><o:p></o:p></span></span></p> <p class="MsoBodyText" style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;">Me guiñó un ojo al tiempo que metía su mano en el bolsillo, para comprobar qué era lo que había puesto yo dentro. Esbozó una sonrisa maliciosa y se cercioró de lo que era deslizando su mano bajo mi falda para tocar mi sexo desnudo. Y su mano se quedó un rato allí, en el calor húmedo de mi entrepierna. Estuvo jugando con sus dedos traviesos y hábiles como a mí me gustaba, despacio y casi sin rozarme, mientras el camarero nos abría la botella de vino que habíamos elegido, ajeno a lo que ocurría bajo el mantel.</span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;"><o:p></o:p></span></span></p> <p class="MsoBodyText" style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;">En pocos minutos sus dedos habían conseguido ponerme a mil, y sin poder quitarme de la cabeza la erección que acababa de tocar, coloqué mi mano sobre su sexo y se lo acaricié a través de la ropa. Apartados como estábamos de miradas indiscretas, desabroché su cinturón, abrí la cremallera del pantalón y al meter mi mano dentro noté su ropa interior mojada. Bajé un poco la cintura de su slip para acariciar la punta de su sexo que asomaba desafiante, y no pude evitar dejar caer un cubierto al suelo con la excusa de recogerlo y meterme bajo la mesa, para saborear un segundo el exquisito manjar que tenía entre sus piernas. Fueron unos segundos deliciosos en los que dejé resbalar mi lengua lamiendo aquella piel babeante y caliente.</span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;"><o:p></o:p></span></span></p> <p class="MsoBodyText" style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;">Volví a sentarme en mi silla relamiendo mis labios con lascivia. Eso le calentó aún más. Dejó escapar un suspiro, se abrochó el pantalón y se levantó para ir al aseo, disimulando como pudo su excitación. Tras escasos minutos de ausencia sonó mi teléfono móvil. Era él, invitándome a ir a hacerle compañía al aseo y acabar lo que mi lengua empezó bajo la mesa. Pero quería hacerle sufrir un poco y me limité a decirle lo que le haría si estuviese allí, arrodillada frente a su erección, sujetando su sexo erecto con una mano, acercándolo a mi lengua para lamerlo, dejándole que penetrase mi boca, complaciéndole hasta que su excitación fluyese por mi garganta... Poco a poco su voz se fue entrecortando hasta que dejó escapar un gemido de placer. Colgó el teléfono y un instante después volvió a la mesa con cara de satisfacción, se acercó a mi oído y me susurró:</span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;"><o:p></o:p></span></span></p> <p class="MsoBodyText" style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;">- Has sido un niña mala, ahora voy a tener que castigarte…</span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;"><o:p></o:p></span></span></p> <p class="MsoBodyText" style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;">Metió una mano en el bolsillo de su chaqueta y sacó una cajita. La abrió y sacó una pequeña bola de la que colgaba un cordoncillo con una anilla en el extremo. La dejó sobre el mantel, junto a mi plato, para que yo la viese. Y sonrió maliciosamente. La cogió de nuevo, metió su mano bajo la mesa y separando mis piernas introdujo el juguete en mi sexo mojado. Volvió a abrir la cajita y sacó lo que parecía ser un pequeño mando a distancia. De pronto noté un agradable cosquilleo cuando la bola comenzó a vibrar. Sonreí, pues ya sabía lo que me esperaba. Durante la cena estuvo jugando a su antojo con la intensidad de la vibración, bajándola cuando mi respiración se agitaba y subiéndola cuando mis gemidos ahogados se espaciaban. </span></span></p><p class="MsoBodyText" style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;">Para los postres ya había conseguido hacerme tener dos orgasmos, pero el juego sólo acababa de empezar y la noche prometía…</span></span><o:p></o:p></p> <!--EndFragment-->Alter Egohttp://www.blogger.com/profile/15949185458048190142noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-117956622532245750.post-19458947757331822782010-03-09T01:01:00.003+01:002010-03-09T01:05:11.046+01:00yo un 6, tú un 9<a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEierjFnPyDh9wNAE9FRH4YDyexfPnbBGO0du2waMi0_LKG6ndN_g2gU40LNZd1nM0_vxosMeuTWI5tyc9rNsC9UVjwz-i0F8-LzEEq1FHjXb62jvIUi53WPQHMnd5RkrTlCnl9eX6jTBYI/s1600-h/69.jpg"><img style="float:left; margin:0 10px 10px 0;cursor:pointer; cursor:hand;width: 200px; height: 142px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEierjFnPyDh9wNAE9FRH4YDyexfPnbBGO0du2waMi0_LKG6ndN_g2gU40LNZd1nM0_vxosMeuTWI5tyc9rNsC9UVjwz-i0F8-LzEEq1FHjXb62jvIUi53WPQHMnd5RkrTlCnl9eX6jTBYI/s200/69.jpg" border="0" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5446418047679746514" /></a><p class="MsoBodyText" style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style=" ;font-size:-webkit-xxx-large;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;">H</span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;">abíamos estado hablando por teléfono esa mañana. Una conversación sin alusiones calientes al hecho de que llegábamos a ese punto en el que las frases ya tenían doble significado para intuir lo que no decíamos, ese punto en el que las palabras se derretían antes de ser pronunciadas, ese punto en el que oir su voz hacía humedecer cada rincón de mi cuerpo... Había ganas de sexo. Y muchas.</span></span></span></p> <p class="MsoBodyText" style="text-align: justify;"><span><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;">Tras colgar, dejé el teléfono, sin voz, dentro de un cajón para evitar la tentación de llamarle y de responder si llamaba. Pero no podía evitar, de vez en cuando, mirarlo para comprobar que, transcurrido el día, él no daba el paso… Cogí un libro para distraerme, y leía pero no sé qué leía porque mi mente estaba en otro sitio, entre sus piernas, bajo su pantalón, en esa zona que tantas veces he deseado tocar y saborear.</span></span></span></p> <p class="MsoBodyText" style="text-align: justify;"><span><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;">Ya es media tarde. Me levanto del sofá, voy a la habitación. No, ahí no, pues sucumbiría a la autocomplacencia de tocarme pensando en él. Vuelvo al sofá, no sin antes echar una ojeada al cajón para comprobar con sorpresa una llamada no respondida.</span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;"><o:p></o:p></span></span></span></p> <p class="MsoBodyText" style="text-align: justify;"><span><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;">Mi corazón da un vuelco, mi estómago se encoge, mi respiración se corta, mi mente se nubla por un momento… Y me asalta la duda de responder o no. Estoy ansiosa, impaciente, caliente. Le llamo, me responde. En cuarenta minutos viene. Nervios.</span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;"><o:p></o:p></span></span></span></p> <p class="MsoBodyText" style="text-align: justify;"><span><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;">En la ducha, el calor de mi cuerpo no me deja notar la calidez del agua caliente que cae sobre mi piel. Decido no vestirme todavía, sólo me pongo un culotte, imaginando que él me lo quitará bajándolo lentamente mientras me pide que me toque para él.</span></span></span></p> <p class="MsoBodyText" style="text-align: justify;"><span><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;">Aún faltan veinticinco minutos. No puedo esperar más. Imaginarme sus caricias ha hecho subir aún más mi temperatura, y empiezo yo sola… Noto la ropa del culotte mojada entre mis piernas, sólo de pensar en él. Con un escalofrío, mi mano se desliza bajo esa ropa mojada, impregnándose de mi humedad, rozándome suavemente. Con la otra mano acaricio mi piel, erizada por el frío y el calor que me recorre a la vez. Mis dedos entran y salen tímidos, temiendo hacer su recorrido demasiado bien y hacerme llegar al final antes de tiempo.</span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;"><o:p></o:p></span></span></span></p> <p class="MsoBodyText" style="text-align: justify;"><span><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;">Oigo pasos subir por la escalera. Suena el timbre. Es él. Me levanto de un salto para abrir la puerta, sin pensar que estoy aún en ropa interior, con el pelo revuelto, con olor a sexo en mi mano…</span></span></span></p> <p class="MsoBodyText" style="text-align: justify;"><span><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;">Me escondo tras la puerta y le hago a pasar.</span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;"><o:p></o:p></span></span></span></p> <p class="MsoBodyText" style="text-align: justify;"><span><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;">- ¿llego demasiado pronto?… ¿o es que has empezado sin mí?…</span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;"><o:p></o:p></span></span></span></p> <p class="MsoBodyText" style="text-align: justify;"><span><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;">Mis mejillas arden, no sé si de vergüenza o de deseo. No me da tiempo a contestar, mi mano me delata. Él la coge y poniéndola sobre sus labios, me lame los dedos mientras camina de espalda hacia la habitación arrastrando de mí.</span></span></span></p> <p class="MsoBodyText" style="text-align: justify;"><span><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;">- …puedes seguir con lo que estabas haciendo, yo te miro mientras voy quitando mi ropa…</span></span></span></p> <p class="MsoBodyText" style="text-align: justify;"><span><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;">Me tumbo sobre la cama. Él me mira, yo me toco. Yo le miro, él se desnuda. Se tumba a mi lado y aparta la mano de mi entrepierna para dejar caer suavemente la suya. Y continúa lo que yo empecé sóla hace rato, llevándome casi al borde del orgasmo.</span></span></span></p> <p class="MsoBodyText" style="text-align: justify;"><span><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;">- espera… todavía no…</span></span></span></p> <p class="MsoBodyText" style="text-align: justify;"><span><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;">Se queda tumbado y me hace poner sobre él, acoplando nuestros cuerpos cómo un símbolo yin-yang. Yo con su sexo en mi boca, él con el mío sobre la suya.</span></span></span></p> <p class="MsoBodyText" style="text-align: justify;"><span><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;">Por fin podía deleitarme con su sabor, con sus caricias, con sus manos apretando mi nalgas, con su lengua lentamente lamiendo, dibujando círculos casi sin rozarme, con sus dedos explorando, entrando y saliendo, dándome un intenso placer, por delante, por detrás…</span></span><span><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;"> </span></span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;">De vez en cuando él paraba para gemir y recobrar el aliento cuando yo aceleraba el ritmo de mi boca sobre la piel caliente de su sexo. Mis labios se deslizaban arriba y abajo, haciéndolo desaparecer en mi garganta. Mis manos acariciaban sus muslos y su entrepierna, y después su sexo otra vez, acompañando el paseo de mis labios y mi lengua, mientras en mi mente retenía esa imagen para que después me acompañe en las noches solitarias…</span></span></span></p> <p class="MsoBodyText" style="text-align: justify;"><span><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;">He llegado al éxtasis con su sexo en mi boca, palpitante, notando segundos después sobre mi lengua cómo sus espasmos empujaban su placer caliente, espeso, hacia mi garganta, escapándose a borbotones por la comisura de mis labios, resbalando de mi boca todavía jadeante, incapaz de retenerlo dentro de ella.</span></span></span></p> <p class="MsoBodyText" style="text-align: justify;"><span><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;">Me he tumbado a su lado y me he agarrado a sus piernas que aún se estremecían de su orgasmo.</span></span></span></p> <p class="MsoBodyText" style="text-align: justify;"><span><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;">Tras recuperar el aliento, una mirada suya ha bastado para encender la chispa otra vez. Las bocas se han buscado, las manos han acariciado, los cuerpos se han acoplado, los sexos se han encontrado, y se han penetrado. Ahora él arriba, yo abajo. Ahora yo encima, él debajo. </span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;"><o:p></o:p></span></span></span></p> <p class="MsoBodyText" style="text-align: justify;"><span><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;">Después de parar unos segundos para poder alargar el placer unos minutos más, me he quedado frente a él dándole la espalda, apoyada sobre mis rodillas y mis codos, invitándole a encontrar un camino alternativo entre la humedad de mis fluidos. Se ha incorporado y, tras preparar el camino dulcemente, se ha colocado detrás de mí y ha iniciado el recorrido de la sodomía muy despacio, con ternura. Ha ido aumentando el ritmo muy lento, cada vez un poco más rápido, cada vez un poco más adentro. Con sus manos se aferraba a mi cintura, ó acariciaba mi espalda, ó tocaba mi sexo. Con cada movimiento suyo, una descarga subía y bajaba por toda mi columna, acompañada de un extraño placer que se transformó después en un intenso orgasmo que provocó el suyo también, dejando fluir su excitación dentro de mí.</span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;"><o:p></o:p></span></span></span></p> <p class="MsoBodyText" style="text-align: justify;"><span><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;">Y así pasamos la tarde, conociendo nuestros cuerpos, explorando nuestros deseos, llenando la habitación de sexo caliente, intenso, sensual, lascivo, dejando las paredes impregnadas de nuestro jadeos, de nuestro placer…</span></span></span><o:p></o:p></p> <!--EndFragment-->Alter Egohttp://www.blogger.com/profile/15949185458048190142noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-117956622532245750.post-13629440776947635932009-12-10T21:32:00.003+01:002009-12-10T21:38:20.397+01:00ChocolatE<a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhKNuSD1RTjqUsA7yHHYN3abVeBaqsYXlVw7J3XiP1l9I8Libgd2y-ouRHRYitPdAKywEHaSqllHzDjoUqw5DZefEGaquL05SRybL0EwUJx0SRcrSo1LufvMemyNIMSFCurlkiCW0WqRdc/s1600-h/llengua.jpg"><img style="float:left; margin:0 10px 10px 0;cursor:pointer; cursor:hand;width: 200px; height: 144px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhKNuSD1RTjqUsA7yHHYN3abVeBaqsYXlVw7J3XiP1l9I8Libgd2y-ouRHRYitPdAKywEHaSqllHzDjoUqw5DZefEGaquL05SRybL0EwUJx0SRcrSo1LufvMemyNIMSFCurlkiCW0WqRdc/s200/llengua.jpg" border="0" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5413709269687611842" /></a><span class="Apple-style-span" style="font-family:Arial, serif;font-size:130%;"><p class="MsoNormal" style="text-align:justify"><span style="font-family:Arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">Cuando pienso en él, mi libidinosa mente rebosa deseos inconfesables, llenándose de ideas lascivas que aguardan impacientes para ser hechas realidad. Por fin me había decidido a invitarle a comer a casa. Demasiado tiempo esperando este momento. Sentada frente a él, le observo mientras apura los últimos sorbos del café. Me sonríe y me atrapa con su mirada. La idea de pasar una tarde lujuriosa con él me seduce más que el plan de ir juntos al cine, y no puedo quitármela de la cabeza. Se hace tarde, así que me levanto para meterme en la ducha, en un intento por despejar mi mente y disipar el calor que recorre mi cuerpo. Pero bajo las finas y cálidas gotas de agua, lejos de olvidarme de él, me encendía aún más imaginándonos en tórridas escenas repletas de sensualidad.</span><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;"><o:p></o:p></span></span></p> <p class="MsoBodyText" style="text-align: justify;"><span style="font-family:Arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">Con el rumor del agua cayendo oía la música lejana del comedor. Sonaba Damien Rice y, envuelta en su melodía, pensé cuánto me gustaría que entrara en el baño, y por sorpresa se acercara sigilosamente por detrás para enjabonar mi cuerpo. De pronto noté sus manos acariciando mis pechos, deslizándose poco a poco sobre mi piel y su cuerpo apretándose contra el mío.</span><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;"><o:p></o:p></span></span></p> <p class="MsoBodyText" style="text-align: justify;"><span style="font-family:Arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">Me besaba el cuello dulcemente, mientras se movía detrás de mí arrastrando mis caderas tras las suyas al compás de la música, en un improvisado baile bajo el agua. Sin dejar de movernos, apoyé mis manos en la pared de la ducha y dejé que él siguiera recorriendo mi piel mojada, explorando mi cuerpo con suma delicadeza. Desee que tocara mi sexo. Y su mente leyó mi pensamiento.</span><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;"><o:p></o:p></span></span></p> <p class="MsoBodyText" style="text-align: justify;"><span style="font-family:Arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">Cada roce de sus dedos estremecía mi cuerpo, cada beso de sus labios erizaba mi piel. Sentía el agua caliente cayendo sobre mi espalda y notaba su erección entre mis muslos preparando el camino para complacerme. Sus manos asieron mi cintura y yo arqueé mi espalda. Después el calor de su sexo inundó el mío, y una ola de placer me recorrió de arriba abajo, transportándonos al éxtasis mientras se confundían mis jadeos con los suyos, componiendo una sinfonía de deseo y de placer.</span><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;"><o:p></o:p></span></span></p> <p class="MsoBodyText" style="text-align: justify;"><span style="font-family:Arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">Tras una larga y erótica ducha, nos secamos y salimos del baño. Con un cálido beso rocé sus labios, insinuándole que esto acababa de empezar, y cogiendo su mano le llevé a la habitación. Se quedó tumbado sobre las sábanas revueltas mientras me veía alejarme hacia la cocina. Puse a calentar una tableta de chocolate para fundirla y en un par de minutos volví a la habitación con un tazón lleno de excitante cacao derretido. Lo dejamos enfriar un poco mientras nosotros retomábamos el hilo donde lo habíamos dejado hacía escasos minutos en la ducha. Impregné mi dedo hundiéndolo en el chocolate y dejé caer unas gotas en sus labios. Le besé, buscando su lengua, notando el calor de su boca y la tibieza del dulce y amargo sabor del cacao.</span><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;"><o:p></o:p></span></span></p> <p class="MsoBodyText" style="text-align: justify;"><span style="font-family:Arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">Me incorporé, cogí el tazón y lo dejé sobre la almohada. Volví a hundir mi dedo en el chocolate y empecé a dibujar sobre su cuerpo. En el cuello, en su pecho, en sus muslos, en su sexo… La piel erizada formaba un minúsculo relieve bajo el chocolate. Y empecé a lamer, lentamente, sin apartar la mirada de la suya para ver en sus ojos el reflejo del placer. Colocó sus manos bajo la cabeza y se dejó hacer mientras yo borraba con mi lengua las extrañas formas que había dibujado sobre su piel. </span><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;"><o:p></o:p></span></span></p> <p class="MsoBodyText" style="text-align: justify;"><span style="font-family:Arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">Su boca entreabierta dejaba escapar un leve gemido cada vez que mis labios se aproximaban a su erección, sin tan siquiera rozarla, haciendo crecer aún más su deseo.</span><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;"><o:p></o:p></span></span></p> <p class="MsoBodyText" style="text-align: justify;"><span style="font-family:Arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">Lentamente me fui acercando a la base de su sexo y empecé a subir despacio con la lengua hasta la punta, dejando al descubierto poco a poco la suave y rosada piel que antes cubría el chocolate. Cada paseo de mi lengua iba acompañado de un gemido suyo. Hasta que aceleré el ritmo introduciéndola en mi boca y sus leves gemidos se fueron convirtiendo en una cadencia de jadeos. Seguí complaciéndole hasta que sus fluidos inundaron mi boca mezclándose con el sabor a chocolate que aún permanecía latente en mi paladar. </span><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;"><o:p></o:p></span></span></p> <p class="MsoBodyText" style="text-align: justify;"><span style="font-family:Arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">Quité el tazón de la almohada y me tumbé junto a él, que se abrazó a mi cuerpo rodeándome con brazos y piernas.</span><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;"><o:p></o:p></span></span></p> <p class="MsoBodyText" style="text-align: justify;"><span style="font-family:Arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">- Creo que se ha hecho tarde para el cine… </span><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;"><o:p></o:p></span></span></p> <p class="MsoBodyText" style="text-align: justify;"><span style="font-family:Arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">Sonriendo asentí con la cabeza. Me besó el cuello y susurró en mi oído:</span><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;"><o:p></o:p></span></span></p> <p class="MsoBodyText" style="text-align: justify;"><span style="font-family:Arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">- ¿te apetece que dibuje tu nombre con nata sobre tu espalda?…</span><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;"><o:p></o:p></span></span></p> <span style="mso-ansi-language:ES-TRAD;font-family:Arial;font-size:11.0pt;"><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">Y seguimos disfrutando de una dulce y lasciva merienda hasta la hora de cenar.</span></div></span></span><p></p>Alter Egohttp://www.blogger.com/profile/15949185458048190142noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-117956622532245750.post-72179936438652369512009-11-29T12:57:00.005+01:002009-12-11T19:17:05.722+01:00La PlayA<a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhhjo8qTTfoeLBwmL1HEwAY13UZWSpGN9QJzP348TFV1Za1zrjkZ8Gnwc8l801E_Ib-PnYnNyncPLzF8DAUaBtewJKqVp6O_wosbbut0d_AP752imfxPBBMkKMiJfx8RmxR8Gkxnxl1A6Y/s1600/platja.jpg"><img style="float:left; margin:0 10px 10px 0;cursor:pointer; cursor:hand;width: 151px; height: 200px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhhjo8qTTfoeLBwmL1HEwAY13UZWSpGN9QJzP348TFV1Za1zrjkZ8Gnwc8l801E_Ib-PnYnNyncPLzF8DAUaBtewJKqVp6O_wosbbut0d_AP752imfxPBBMkKMiJfx8RmxR8Gkxnxl1A6Y/s200/platja.jpg" border="0" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5409493588228284658" /></a> <!--StartFragment--> <p class="MsoNormal" style="text-align:justify"><!--[if gte vml 1]><v:shapetype id="_x0000_t75" coordsize="21600,21600" spt="75" preferrelative="t" path="m@4@5l@4@11@9@11@9@5xe" filled="f" stroked="f"> <v:stroke joinstyle="miter"> <v:formulas> <v:f eqn="if lineDrawn pixelLineWidth 0"> <v:f eqn="sum @0 1 0"> <v:f eqn="sum 0 0 @1"> <v:f eqn="prod @2 1 2"> <v:f eqn="prod @3 21600 pixelWidth"> <v:f eqn="prod @3 21600 pixelHeight"> <v:f eqn="sum @0 0 1"> <v:f eqn="prod @6 1 2"> <v:f eqn="prod @7 21600 pixelWidth"> <v:f eqn="sum @8 21600 0"> <v:f eqn="prod @7 21600 pixelHeight"> <v:f eqn="sum @10 21600 0"> </v:formulas> <v:path extrusionok="f" gradientshapeok="t" connecttype="rect"> <o:lock ext="edit" aspectratio="t"> </v:shapetype><v:shape id="_x0000_s1026" type="#_x0000_t75" style="'position:absolute;"> <v:imagedata src="file:///Macintosh%20HD/Users/olga/Library/Preferences/Microsoft/Portapapeles/msoclip1/01/clip_clip_image001.jpg" title="platja.jpg"> <w:wrap type="square"> </v:shape><![endif]--><span style="font-family:Arial;font-size:11.0pt;"><span class="Apple-tab-span" style="white-space:pre"><span class="Apple-style-span" style="font-family:Georgia, serif;font-size:130%;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:16px;"> </span></span></span><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;">Una ligera brisa envolvía la tarde, anunciando la puesta de sol. Tras una larga caminata por la orilla del mar, llegamos hasta la pequeña ensenada bajo las rocas donde acababa la playa. Decidimos extender allí las toallas y sentarnos para continuar la conversación. La arena aún estaba caliente cuando nos sentamos y el soleado día había dejado una agradable temperatura en el agua, lo cual invitaba a darse un baño refrescante después del paseo que acabábamos de hacer.</span></span><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><o:p></o:p></span></span></span></p> <p class="MsoBodyText" style="text-align:justify;text-indent:35.4pt"><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;">Nos desnudamos y nos quedamos en ropa interior. Caminamos hacia el agua pero yo volví para dejar el sujetador junto al resto de la ropa. Cuando llegué donde rompían las olas, él ya había entrado en el agua y miraba fijamente en mis pechos cómo se endurecían los pezones a medida que avanzaba hacia donde él ya estaba esperándome. No sé si reaccionaron así por el efecto del roce del agua o por saberme observada por él. Y me pregunté si alguna parte de su cuerpo estaría también así…</span></span><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><o:p></o:p></span></span></p> <p class="MsoBodyText" style="text-align:justify;text-indent:35.4pt"><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;">No tardé mucho en comprobar que sí. Al acercarme, juntó su cuerpo al mío y me cogió por la cintura para apretarme contra él. No pude resistirme a subirme a sus caderas y con las piernas le rodeé mientras con los brazos me sujetaba a su cuello. Fue entonces cuando noté su erección bajo la ropa interior mojada que nos separaba. Las olas nos mecían en un suave vaivén que me hacía aferrarme más aún a su cuerpo. Su boca quedaba a escasos milímetros de la mía y le besé. Fue un roce de labios, un jugueteo de bocas entreabiertas, que poco a poco se fue convirtiendo en una larga serie de besos encadenados, donde las lenguas se buscaban ansiosas, hasta dejarnos sin aliento.</span></span><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><o:p></o:p></span></span></p> <p class="MsoBodyText" style="text-align:justify;text-indent:35.4pt"><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;">Me besó el cuello y sus labios descendieron hasta mis pechos buscando mis pezones para lamerlos y mordisquearlos suavemente. Primero uno, deleitándose en cada lamida, luego el otro, con sutiles mordiscos que provocaron un intenso escalofrío de placer. Volvió a besarme, dejando en mi boca ese agradable sabor a sal de agua de mar, mientras una de sus manos descendía por mi espalda para apartar mi tanga y acariciarme. Yo hice lo mismo con su slip y lo aparté para acoplarme sobre la erección que rozaba mi entrepierna, sintiendo cada centímetro de su sexo caliente avanzando dentro del mío, lentamente, mientras él me sujetaba con sus manos por las caderas para moverme a su antojo.</span></span></p><!--StartFragment--><!--EndFragment--> <p class="MsoBodyText" style="text-align:justify;text-indent:35.4pt"><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;">Pero el movimiento que provocaban las olas impedía poder disfrutar de la situación. Y propuso continuar en la arena. Estaba oscureciendo y no había nadie en la playa. Aún así, nos aseguramos de estar lejos de cualquier mirada indiscreta, nos quitamos la ropa interior y nos tumbamos sobre las toallas. Había restos de arena en ellas pero en aquel momento no nos importó. Sólo pensábamos en satisfacer el deseo que habíamos encendido dentro del agua. Se dejó caer sobre sus rodillas sentándose sobre mí, para acariciarme sin apartar su mirada de la mía. Luego recorrió mi pecho con sus labios, bajó hasta mi ombligo y siguió besando mi piel mojada hasta llegar a mi sexo. Separé las piernas para que sus labios y su lengua exploraran toda esa parte de mi cuerpo. Con sus manos apoyadas en mis caderas, su boca recorría todas aquellas formas del deseo. Mi cuerpo tiritaba de frío pero notaba mis mejillas ardiendo. Sentía el calor de su aliento, la humedad de su lengua, la calidez de sus labios. Y un gran escalofrío recorrió mi cuerpo haciéndome temblar, pero esta vez de placer. </span></span><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><o:p></o:p></span></span></p> <p class="MsoBodyText2" style="text-align: justify;margin-bottom: 0.0001pt; text-indent: 35.4pt; "><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;">Sus labios volvieron a ascender por mi cuerpo lentamente para llegar a mi boca y besarme de nuevo. Le eché hacia un lado y me senté sobre sus piernas para recuperar el ritmo de mi respiración. Me cogió por la cintura, apoyé mis manos en su pecho y se acopló otra vez dentro de mí. Podía ver en sus ojos cómo el placer le desbordaba, y me abandoné al vaivén de sus movimientos dejando caer mi cuerpo hacia atrás, lo justo para que sus manos pudieran alcanzar mis pechos y aferrarse a ellos. Lentamente las fue bajando hacia mis caderas y me empujó más adentro, mientras mis movimientos se fueron acelerando al compás de los suyos hasta que su cuerpo se tensó y su explosión de placer me inundó por dentro.</span></span><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><o:p></o:p></span></span></p> <p class="MsoBodyText2" style="text-align: justify;margin-bottom: 0.0001pt; text-indent: 35.4pt; "><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;">Me dejé caer sobre él y nos dimos cuenta de que teníamos arena hasta en las orejas. Nos pusimos a reir y nos quedamos allí tumbados hasta que oscureció totalmente. Nos dimos un baño, bajo la luz de la luna que iluminaba las olas con reflejos casi mágicos. Inevitablemente el roce de su cuerpo contra el mío dentro del agua nos volvió a encender. Me guiñó un ojo y dijo:</span></span><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><o:p></o:p></span></span></p> <p class="MsoBodyText2" style="text-align: justify;margin-bottom: 0.0001pt; "><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;">- ¿repetimos?…</span></span><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><o:p></o:p></span></span></p> <p class="MsoBodyText2" style="text-align: justify;margin-bottom: 0.0001pt; "><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;">Y bajo la discreta y atenta mirada de la luna reiniciamos otra sensual aventura arenosa…</span></span><o:p></o:p></p> <!--EndFragment-->Alter Egohttp://www.blogger.com/profile/15949185458048190142noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-117956622532245750.post-68582203013299800862009-08-29T10:13:00.009+02:002009-08-29T10:41:38.714+02:00Ese VinO tan EspeciaL<a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjX4fvl7YrgPISxC5pc73X0Rte8mSaYSXbKhmiPHuidhOpplfKEaDz1PFTrLCCsgGvhDK0q9djfDSg6YZvQtq_dvfqCLASspr6Svs4B8z1Xz-a5lvsTkadQihmxlTrBVSGNLCZeaFLIYnM/s1600-h/sofa5.jpg"><img style="float:left; margin:0 10px 10px 0;cursor:pointer; cursor:hand;width: 200px; height: 171px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjX4fvl7YrgPISxC5pc73X0Rte8mSaYSXbKhmiPHuidhOpplfKEaDz1PFTrLCCsgGvhDK0q9djfDSg6YZvQtq_dvfqCLASspr6Svs4B8z1Xz-a5lvsTkadQihmxlTrBVSGNLCZeaFLIYnM/s200/sofa5.jpg" border="0" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5375296314144910162" /></a><p class="MsoBodyText" style="text-align:justify"><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;">Mi cabeza daba vueltas, desvelada por las continuas historias que mi fantasía elaboraba, una tras otra, con una velocidad pasmosa, recreándose en cada detalle de las imágenes que suscitaba el recuerdo de su tacto y de su olor. Estaba tumbado a mi lado, semidesnudo, dormido plácidamente. Pero ahora yo no recordaba por qué. Cerré los ojos para intentar acariciar el sueño anhelado, pero lo único que conseguí fue traer a mi mente todos los segundos que pasamos juntos hacía tan sólo unas horas. Y entonces empecé a recordar…</span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;"><o:p></o:p></span></span></p> <p class="MsoBodyText" style="text-align:justify"><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;">Tras la cena de ayer, me invitó a tomar la última copa en el pub de siempre, pero ya era muy tarde y cuando llegamos estaba cerrado. Propuso tomarla en su casa y así aprovecharía para enseñarme su última adquisición artística. </span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;"><o:p></o:p></span></span></p> <p class="MsoBodyText" style="text-align:justify"><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;">Una vez allí, me mostró una extraña escultura metálica, amorfa, abstracta, cuyo valor artístico no supe encontrar por el precio que dijo había pagado.</span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;"><o:p></o:p></span></span></p> <p class="MsoBodyText" style="text-align:justify"><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;">Me ofreció tomar una copa de vino y acepté. Abrió una botella de Pago de los Capellanes reserva del 2001, pues él sabía que me encanta el sabor a vainilla y a coco que con cada sorbo queda en el paladar. Me llenó la copa y se sirvió otra para él. Era una noche fría y lluviosa, así que se acercó a la chimenea y preparó un poco de leña para encenderla. Poco a poco, las pequeñas lenguas anaranjadas de fuego se fueron convirtiendo en una cálida fogata. Señalando una butaca me dijo:</span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;"><o:p></o:p></span></span></p> <p class="MsoBodyText" style="text-align:justify"><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;">-<i>Ven, acércate un poco al calor del fuego</i>. </span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;"><o:p></o:p></span></span></p> <p class="MsoBodyText" style="text-align:justify"><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;">No hacía falta, yo ya había entrado en calor con la primera copa de vino. Degustábamos el goloso néctar tinto, mirándonos fijamente. Aún siendo amigos desde hacía varios años, esta noche inexplicablemente me turbaba con su mirada, tan silencioso y observador. Me sentía excitada y acariciada por sus ojos. Sentía deseos de abalanzarme sobre él y desnudarle frenéticamente para besar toda su piel. El calor de la chimenea, en la penumbra de la habitación solamente iluminada por el resplandor de las llamas, me encendía aún más. El ebrio efecto del vino me aturdía y calentaba mis pensamientos. Dejé la copa en el suelo y, ante su atenta mirada, inicié yo sola el extraño viaje entre dos viejos amigos que nunca se habían deseado hasta ahora…</span></span></p> <p class="MsoBodyText" style="text-align:justify"><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;">Sin levantarme de la butaca, alcé unos centímetros la falda y me quité el tanga. Separé un poco las piernas y comencé a acariciarme con la provocativa intención de que fuese él quien continuase el recorrido por mi piel hasta encontrar el calor y la humedad de mi sexo. Pero se quedó en su butaca, mirándome mientras bajaba la bragueta y dejaba salir el deseo que ardía bajo su pantalón. Le miraba y segundos después cerraba los ojos para imaginar que mis dedos eran los suyos, paseando y explorando dentro de mí, notando como mi humedad iba empapando mis dedos. Volvía a abrir los ojos y le veía en la otra butaca frente a mí, autocomplaciéndose lentamente.</span></span></p> <p class="MsoBodyText" style="text-align:justify"><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;">Al abrir los ojos de nuevo vi que esta vez él estaba allí, arrodillado frente a mí, con una mano sobre mi pierna, deslizándola suavemente hacia el interior del muslo, y con la otra mano acariciando su desnuda erección. No sé cuánto tiempo pasamos así hasta que me cogió por la cintura y me deslizó por la butaca hacia el suelo.</span></span></p> <p class="MsoBodyText" style="text-align:justify"><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;">Él se quedó sentado sobre la alfombra. Yo me arrodillé frente a él y con mis labios rocé su sexo, abrí la boca y dejé escapar mi cálido aliento sobre la dura y sonrosada piel que sujetaba entre mis manos, para después regalarle mi lengua y con mi boca llenarle de placer. Le lamía despacio, sin prisa, primero con la punta de la lengua y después con la boca entera. Sus manos guiaban mi cabeza al ritmo de sus movimientos, lentos, sujetando con sus dedos mi pelo mientras él gemía casi en silencio. Su respiración entrecortada se aceleraba un poco más cada vez que mi boca subía y bajaba al compás de sus jadeos, alimentando aún más mi deseo. La piel de su sexo caliente brillaba bañada en mi saliva cada vez que salía y entraba de nuevo en mi boca. Aceleré el ritmo para deleitarle unos minutos antes de darle un respiro para incorporarme y tumbarle a él sobre la alfombra.</span></span></p> <p class="MsoBodyText" style="text-align:justify"><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;">Abrí mi bolso y saqué un condón. Me desnudé y me senté sobre sus piernas, para desabrochar su camisa y quitarle el pantalón. Besé su piel desde el ombligo hasta el cuello, me acerqué a su boca, dibujé sus labios con mi lengua y busqué la suya para besarnos, besos húmedos, largos, lascivos. Mientras me besaba hundió un dedo en mi boca, después en mi sexo. Jugueteó unos minutos con sus dedos, haciéndome llegar al borde del orgasmo, después me alzó un poco y me acomodó sobre él, para que le sintiera dentro, caliente, duro. Me movía sin dejar de besarle, me quemaban las rodillas del roce de la alfombra, me quemaban los labios del roce de su boca, me quemaba por dentro del roce de su sexo…</span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;"><o:p></o:p></span></span></p> <p class="MsoBodyText" style="text-align:justify"><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;">Y me abandoné, sólo veía sus ojos mirándome fijamente, notaba sus manos apretando mis pechos, sentía sus manos apretando mis nalgas, empujándome más adentro. Le veía estirado semidesnudo en el suelo, le oía jadeante bajo mi cuerpo… y le susurré al oído </span></span><i><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;">“no, no te muevas, yo me muevo por ti. Déjame llevar el ritmo, déjame sacar los más bajos instintos que hay en ti, déjame mostrarte lo que esta noche puedo hacer para ti…”</span></span></i><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;"><o:p></o:p></span></span></p> <p class="MsoBodyText" style="text-align:justify"><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;">Saciamos el ansia que permanecía dormida de años atrás. Tumbados, sentados, de rodillas…Una vez. Y otra. Y otra más. Finalmente me quedé sobre su cuerpo desnudo, él se quedó dentro de mí. Abrazados, sudorosos, exhaustos ¿cuánto tiempo ha pasado desde que llegamos?</span></span></p> <p class="MsoBodyText" style="text-align:justify"><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;">Nos habíamos quedado dormidos. Abrí los ojos, sólo un instante, para contemplar su cuerpo junto al mío, bajo una manta que no recuerdo cómo llegó hasta allí. Ya era de día, bajo la chimenea había tres preservativos anudados junto a la botella de vino vacía y del fuego sólo quedaban cenizas, pero metí mi mano bajo la manta y comprobé que su fuego aún seguía encendido. Mmm…comenzó el día igual de excitado que como lo acabó anoche. Mi cabeza ya no daba vueltas, no necesitaba fantasías, ahora recordaba porque estabamos aquí.</span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;"><o:p></o:p></span></span></p> <p class="MsoBodyText" style="text-align:justify"><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;"><i>“Buenos días</i>” me susurró. Sonrió mordiéndose el labio. Y vuelta a empezar…</span></span><o:p></o:p></p> <!--EndFragment-->Alter Egohttp://www.blogger.com/profile/15949185458048190142noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-117956622532245750.post-29049997926565084112009-06-19T22:36:00.011+02:002009-06-20T19:18:43.312+02:00ComO en los ViejoS TiempoS...<a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhUgdY8IciLacYTwe9mBEQlaqMHz6LopvpNKsLasLcVqFn4PlgfisXPGuiK3GrALgOWN-GXsGI3h4jV9t6CkBOaTEZ49HXJczRFDmVBuTO8X7P5Ni2rPpjaw2QzDB7lzwyvHNso6SykzJE/s1600-h/BRUNO+bisang.jpg"><img style="float:left; margin:0 10px 10px 0;cursor:pointer; cursor:hand;width: 200px; height: 150px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhUgdY8IciLacYTwe9mBEQlaqMHz6LopvpNKsLasLcVqFn4PlgfisXPGuiK3GrALgOWN-GXsGI3h4jV9t6CkBOaTEZ49HXJczRFDmVBuTO8X7P5Ni2rPpjaw2QzDB7lzwyvHNso6SykzJE/s200/BRUNO+bisang.jpg" border="0" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5349140498381884066" /></a><p class="MsoNormal" style="text-align:justify;line-height:140%;mso-pagination:none;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"><span class="Apple-style-span" style="font-family:verdana, fantasy;"> <!--StartFragment--> </span></p><span class="Apple-style-span" style="font-family:verdana, fantasy;"><p class="MsoBodyText2"><span class="Apple-style-span" style="font-size:x-small;"> <!--StartFragment--> </span></p><p class="MsoBodyText2" style="text-align: justify;line-height: normal; "><span><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;">La tarde se presentaba aburrida. El bochorno del mediodía ha dejado mi piel pegajosa. Tumbada en la toalla al borde de la piscina me remojo constantemente, pero el calor viene de dentro y no se disipa con la humedad aplicada. No hay ni una pizca de brisa que remueva el ambiente y refresque mi piel mojada. Miro mi móvil, que no ha dejado de sonar en silencio toda la mañana, y escondida entre todas las llamadas reconozco con sorpresa un número que me resulta muy familiar. Curiosa, devuelvo la llamada. Nadie contesta. Insisto de nuevo. Tampoco contesta nadie esta vez. Se me escapa una carcajada y vuelvo a llamar. Esta vez contestan. Era él. Después de tres años aún reconocía su número, tantas veces marcado y hoy borrado de mi agenda. Al oir su voz, recordé la última vez que nos vimos, cuando le despedí en el aeropuerto. Antes de marcharse, mordió mi labio después de besarnos, dejando durante varios días una pequeña herida de recuerdo.</span></span></span></p><!--StartFragment--> <p class="MsoNormal" style="text-align:justify;mso-pagination:none;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"><span><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;">-Hola preciosa. Me preguntaba si insistirías tres veces como en los viejos tiempos. Me preguntaba si recordarías quien soy y si te apetecería verme hoy... A mí me encantaría verte. Estoy en la ciudad.</span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;"><o:p></o:p></span></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align:justify;mso-pagination:none;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"><span><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;">-¿Será una visita rápida? </span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;"><o:p></o:p></span></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align:justify;mso-pagination:none;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"><span><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;">-Nena, demasiado tiempo deseándote…</span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;"><o:p></o:p></span></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align:justify;mso-pagination:none;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"><span><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;"> </span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;"><o:p></o:p></span></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align:justify;mso-pagination:none;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"><span><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;">Sus palabras llegaban con su peculiar tono lascivo y no pude evitar recordar esa mirada que tantas veces me ha hecho sucumbir a sus deseos. Y su voz, que siempre me ha trastocado, más por teléfono que en persona. Intenté en vano eludir la cita.</span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;"><o:p></o:p></span></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align:justify;mso-pagination:none;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"><span><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;">-Tengo bastante trabajo atrasado. ¿Lo dejamos para otro día?</span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;"><o:p></o:p></span></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align:justify;mso-pagination:none;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"><span><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;">-Mentirosa… dime… ¿no estarás desnuda en la piscina? Sólo de imaginarte ya tengo la sensación de que me va a explotar el pantalón.</span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;"><o:p></o:p></span></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align:justify;mso-pagination:none;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"><span><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;"> </span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;"><o:p></o:p></span></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align:justify;mso-pagination:none;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"><span><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;">Conocedor de su poder sobre mí, volvió a entrar en mi cabeza mientras susurraba que en media hora estaría picando al timbre de casa.</span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;"><o:p></o:p></span></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align:justify;mso-pagination:none;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"><span><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;">Como en los viejos tiempos, estaba nerviosa. Su presencia me alteraba y al tiempo me excitaba. Sólo treinta minutos para prepararme. Una ducha rápida y poco más. </span></span></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align:justify;mso-pagination:none;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"><span><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;">Tras una breve conversación subida de tono, me metí en la bañera y pensé en aliviar la tensión allí mismo, y sin darme cuenta me estaba acariciando en un acto de autosatisfacción. Pero no había tiempo. Me enrollé en una toalla y fui a la habitación. Abrí el cajón “especial”, buscando esa ropa interior que tanto le gustaba. Pensé que con el calor que hacía era mejor olvidarme de las medias. Qué equivocada estaba…</span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;"><o:p></o:p></span></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align:justify;mso-pagination:none;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"><span><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;"> </span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;"><o:p></o:p></span></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align:justify;mso-pagination:none;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"><span><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;">Picaron al timbre. Abrí la puerta y allí estaba él. Como si fuera ayer cuando vino a despedirse hace tres años. Como si sólo hubiera transcurrido un instante. Le invité a pasar y cerré lentamente. Se acercó a mi oído para decirme cuánto me había echado de menos, al mismo tiempo que mordisqueaba mi oreja y mi cuello. </span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;"><o:p></o:p></span></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align:justify;mso-pagination:none;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"><span><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;"> </span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;"><o:p></o:p></span></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align:justify;mso-pagination:none;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"><span><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;">Como en los viejos tiempos, cerré los ojos esperando su beso en los labios, mientras mis manos comprobaban bajo su pantalón que una abultada sorpresa me daba la bienvenida. Gimió cuando mis dedos entraron por su bragueta y recorrieron el camino que ya sabían de memoria… y sin dejar de besarme volvió a gemir cuando, descontrolada, empecé a desnudarle.</span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;"><o:p></o:p></span></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align:justify;mso-pagination:none;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"><span><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;"> </span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;"><o:p></o:p></span></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align:justify;mso-pagination:none;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"><span><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;">Ya no hicieron falta más palabras. Se apartó para cogerme la mano y conducirme al sofá. El mismo sofá de nuestros juegos, retapizado, presidiendo ufano el salón. Me desnudaba despacio al tiempo que besaba mi piel. Me notaba húmeda y él lo sabía, pero quiso comprobarlo metiendo su mano bajo mi ropa interior. De reojo vió el cajón de la cómoda semiabierto, con una media colgando. Se levantó, abrió el cajón y las cogió. Balanceándolas con una mano susurró:</span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;"><o:p></o:p></span></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align:justify;mso-pagination:none;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"><span><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;">-Ponte las botas… como en los viejos tiempos.</span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;"><o:p></o:p></span></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align:justify;mso-pagination:none;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"><span><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;"> </span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;"><o:p></o:p></span></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align:justify;mso-pagination:none;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"><span><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;">Sin pensármelo dos veces, fui a buscarlas. Ya no me importaba el calor que hacía, sólo pensaba en complacerle. Quitó la poca ropa que ya me quedaba y dejé que me pusiera las medias y las botas. Me coloqué de rodillas en el sofá, de espaldas a él, como en los viejos tiempos.</span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;"><o:p></o:p></span></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align:justify;mso-pagination:none;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"><span><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;"> </span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;"><o:p></o:p></span></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align:justify;mso-pagination:none;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"><span><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;">Sus manos iniciaron el recorrido desde mi nuca, luego por la espalda, provocando un escalofrío estremecedor. Se desviaron un poco hacia mis pechos y continuaron bajando hasta las caderas. Noté su mano caliente colándose en mi entrepierna y su aliento sobre mi sexo. Sus dedos exploraban, acompañados de su lengua. Su dedo pulgar se separó e inició su aventura por detrás. Su lengua lamía, arriba y abajo. Volví a gemir al compás de sus dedos cada vez que se hundían en mi interior un poco más.</span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;"><o:p></o:p></span></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align:justify;mso-pagination:none;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"><span><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;"> </span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;"><o:p></o:p></span></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align:justify;mso-pagination:none;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"><span><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;">Cuánto tiempo esperando este reencuentro. Sabía lo que venía ahora cuando su otra mano dejó de acariciar mi espalda. A los pocos segundos estampó una delicada palmada en mis nalgas. Mientras su pulgar intentaba abrirse paso, cada movimiento de sus dedos era acompañado de un cariñoso azote.</span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;"><o:p></o:p></span></span></span></p> <p class="MsoBodyText" style="text-align: justify;line-height: normal; "><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;">Gemía y me movía al son que él marcaba, de nuevo... Levanté mi cabeza y girándome le dije:</span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;"><o:p></o:p></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align:justify;mso-pagination:none;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"><span><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;">-Demasiado tiempo echándote de menos…</span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;"><o:p></o:p></span></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align:justify;mso-pagination:none;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"><span><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;"> </span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;"><o:p></o:p></span></span></span></p> <p class="MsoBodyText" style="text-align: justify;line-height: normal; "><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;">Cogió el lubricante que ya había dejado yo en la mesita anexa y vertió un poco sobre mi espalda. Notaba el espeso líquido resbalando lentamente por mi piel. Me cogió por la cintura, bajó un poco mis caderas y extendió el lubricante suavemente. Volvió a insistir con su pulgar unos minutos más...</span></span></p><p class="MsoBodyText" style="text-align: justify;line-height: normal; "><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;">Se acabó de desnudar y, sin moverme de la postura que estaba, se acercó por detrás...y allí se quedó. Detrás. Donde más le gustaba estar.</span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;"><o:p></o:p></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align:justify"><span><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;"> </span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;"><o:p></o:p></span></span></span></p> <p class="MsoBodyText3" style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;">Al final la tarde no ha resultado tan tediosa como parecía. Y hemos vuelto a manchar el sofá. Como en los viejos tiempos...</span></span><o:p></o:p></p> <!--EndFragment--> <p></p></span><p></p><div><span class="Apple-style-span" style="font-family:verdana, -webkit-fantasy;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:x-small;"> <!--EndFragment--> </span></span></div>Alter Egohttp://www.blogger.com/profile/15949185458048190142noreply@blogger.com4tag:blogger.com,1999:blog-117956622532245750.post-83033390870570432009-01-27T22:17:00.006+01:002009-04-23T00:32:32.960+02:00LluviA AfrutadA (I)<a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgNyidYeMreXRXu92sfOqFIfAeVFO4DtYaIJMIq1xIBEeCJwf2znchN6EsYrKS90xntnFukDqN_6fU1nuuavs9Vv2OVaWsMhl-sLEjAjcM1_kOm3Iv57rbG5o6mMDYWdawrwlFLhPKDW8U/s1600-h/beso-coche01.jpg"><br /></a><br /><!--StartFragment--> <p class="MsoBodyText"><span class="Apple-style-span" style=" ;font-family:arial;font-size:13px;"><span class="Apple-style-span" style="color: rgb(255, 0, 0);">-parte I- </span> <a href="http://helga-alterego.blogspot.com/2009/01/lluvia-afrutada-ii.html">(ver parte II)</a></span></p><p class="MsoBodyText" style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: arial;"><br /></span></p><a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgNyidYeMreXRXu92sfOqFIfAeVFO4DtYaIJMIq1xIBEeCJwf2znchN6EsYrKS90xntnFukDqN_6fU1nuuavs9Vv2OVaWsMhl-sLEjAjcM1_kOm3Iv57rbG5o6mMDYWdawrwlFLhPKDW8U/s1600-h/beso-coche01.jpg"><img src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgNyidYeMreXRXu92sfOqFIfAeVFO4DtYaIJMIq1xIBEeCJwf2znchN6EsYrKS90xntnFukDqN_6fU1nuuavs9Vv2OVaWsMhl-sLEjAjcM1_kOm3Iv57rbG5o6mMDYWdawrwlFLhPKDW8U/s200/beso-coche01.jpg" border="0" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5327647034903143842" style="float: left; margin-top: 0px; margin-right: 10px; margin-bottom: 10px; margin-left: 0px; cursor: pointer; width: 200px; height: 184px; " /></a><p class="MsoBodyText" style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;">Observo el sol de media tarde cómo ilumina los tejados, proyectando su reflejo en los cristales de las ventanas con un color anaranjado encendido, inundando de color las calles y transformando el blanco de las fachadas de las casas en un tono de suave salmón. </span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;"><o:p></o:p></span></span></p> <p class="MsoBodyText" style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;">Me gusta pasear a esta hora por las estrechas callejuelas desiertas, donde el silencio sólo queda interrumpido por el sonido lejano de las cigarras en su incomprensible diálogo. Mis pies no me llevan a ninguna parte, simplemente me dejo llevar, buscando la ubicación del caño de agua que suena más fuerte con cada paso que doy. Al llegar a la esquina, una diminuta fuente asoma tímida de la fachada de una casa, arrojando un escuálido chorro de agua a través de un gigantesco caño. Hace frío pero me apetece mojar mi cara y dejar que el gélido viento la seque. Un escalofrío me estremece, recordándome los que tú provocaste ayer al rozar tus labios sobre mi piel.</span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;"><o:p></o:p></span></span></p> <p class="MsoBodyText" style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;">Me tumbo bajo una higuera solitaria, dejando que el tenue sol caliente mi cara mojada. El olor de la hierba salpicada por la humedad de la tarde se mezcla con el aroma de menta que crece al pie de este árbol. Cierro los ojos y me dejo llevar, imaginando que estás aquí, junto a mí, acariciando mi pelo, enroscando mechones entre tus dedos, hasta que me vence el cansancio y me duermo soñando contigo:</span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;"><o:p></o:p></span></span></p> <p class="MsoBodyText" style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style=" ;font-family:arial;">Me traslado a la lluviosa tarde de ayer. El sol intentaba asomar tímidamente entre las nubes, en una pugna con ellas en las que se iban alternando claros y sombras, por el efecto de la luz tenue de los rayos que éstas dejaban escapar. Subí a la zona de restaurantes y me acerqué al que tenía vistas al exterior. Me apetecía sentarme en una mesa junto a la ventana para absorber un poco de luz solar, pues hacía ya una semana que la lluvia no daba tregua alguna al sol. Al observar detenidamente la concurrencia del local te veo saludándome desde la barra. Me alegro de encontrar una cara conocida y me acerco hasta ti. Las últimas veces que hemos coincidido, has estado rehuyendo mi mirada, reavivando la tensión sexual reprimida y olvidada, en ese lugar donde se guardan las fantasías y los sueños prohibidos. Tú suponías que tus esquivas miradas lograrían adormecer la bestia que se aproximaba, irremediablemente, hacia nosotros dos. Pero en la penumbra de la tarde nublada su sombra acechaba, buscando sus nuevas presas: hoy, tú y yo.</span><br /></p> <p class="MsoBodyText" style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;">Me acerco a saludarte; tu brazo se adueña de mi cintura y tu mano se acomoda allí. </span></span><i><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;">“¿Qué te apetece comer?”</span></span></i><span style="font-style:normal"><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;"> preguntas mirándome fijamente (ahora sí) a los ojos, como si tu pregunta esperase encontrar la respuesta que tenía encerrada en mi boca. Me aproximo a tu oído y te susurro: </span></span></span><i><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;">“A ti”</span></span></i><span style="font-style:normal"><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;"><o:p></o:p></span></span></span></p> <p class="MsoBodyText" style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;">Tú, al oírlo, aprietas tu mano en mi cadera en señal de aprobación. Me libero de ti lentamente y me dirijo a la puerta para bajar al aparcamiento. Mientras me alejo, me siento acariciada por tus ojos; noto tu mirada recorriéndome, intentando colarse bajo mi ropa, penetrando hasta mi alma.</span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;"><o:p></o:p></span></span></p> <p class="MsoBodyText" style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;">Cuando llego a la rampa mecánica me giro y veo que tú sales en ese momento del restaurante; has dejado tu aperitivo intacto sobre la barra. Al bajar a la última planta vuelvo a girar mi cabeza para mirar de reojo y asegurarme que sigues detrás de mí. Alcanzo mi coche y me quedo allí, apoyada en la puerta del copiloto. Veo cómo te acercas lentamente, sonriéndome, hasta que te quedas frente a mí. Pones tus manos en mis caderas, dejándome atrapada entre tu cuerpo y mi coche. Me besas, y por un momento nos olvidamos del lugar, del riesgo, del mundo entero…</span></span></p> <p class="MsoBodyText" style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;">Levantas mi vestido y pasas tus manos suavemente por mis muslos, muy despacio. Un escalofrío recorre mi cuerpo, de arriba a abajo, de dentro a afuera. Tu mano derecha huye del cobijo de mi falda y se esconde tímidamente en mi nuca, bajo mi pelo. Tu mano izquierda, valiente, se aventura y se adentra bajo mi ropa interior, como una serpiente sigilosa invadiendo una madriguera. Tus dedos se pasean por mi sexo delicadamente, arriba y abajo, casi sin rozarme.</span></span></p> <p class="MsoBodyText" style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;">Intensos y dulces minutos. Vuelves a colocar mi vestido en su sitio y me coges de la mano. Me llevas a través del parking en busca de tu coche. Buscas la llave en tu chaqueta y desde el bolsillo accionas el mando; los cuatro intermitentes se encienden al tiempo que nos acercamos. Abres la puerta trasera, me invitas a entrar y subes tú también. Mientras me quito la chaqueta, dejas la llave en el contacto para que suene la música. De los altavoces fluyen las notas de Air; bajas un poco el volumen y te sientas a mi lado. Me acercas hasta ti y me acomodas sobre tus piernas.</span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;"><o:p></o:p></span></span></p> <span style=""><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style=" ;font-family:arial;">Y comienza el viaje.</span><br /></div></span><!--EndFragment-->Alter Egohttp://www.blogger.com/profile/15949185458048190142noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-117956622532245750.post-51463173004234013072009-01-27T22:16:00.003+01:002009-04-23T00:34:17.342+02:00LluviA AfrutadA (II)<a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjN2Rcxd88kipNUEYyoB9MKaQqm4U0yzn7bUisXtn0tNH-CpDmZLaTve4RZxMxXDQKY-p2cEksv1U4GzCpbDmeTXzL0iSzJI_STWgLCFKwoUfO-xnAgCa9x0xsnwsIs-_sBz9QZnbEzYG8/s1600-h/elvis3.jpg"><br /></a><br /><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style=" ;font-family:arial;font-size:13px;"><span class="Apple-style-span" style="color: rgb(255, 0, 0);">-parte II- </span> <a href="http://helga-alterego.blogspot.com/2009/01/lluvia-afrutada-i.html">(ver parte I)</a></span><br /></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;"><br /></span></span></div><div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: arial; font-size: 48px;"><br /></span></div><a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjN2Rcxd88kipNUEYyoB9MKaQqm4U0yzn7bUisXtn0tNH-CpDmZLaTve4RZxMxXDQKY-p2cEksv1U4GzCpbDmeTXzL0iSzJI_STWgLCFKwoUfO-xnAgCa9x0xsnwsIs-_sBz9QZnbEzYG8/s1600-h/elvis3.jpg"><img src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjN2Rcxd88kipNUEYyoB9MKaQqm4U0yzn7bUisXtn0tNH-CpDmZLaTve4RZxMxXDQKY-p2cEksv1U4GzCpbDmeTXzL0iSzJI_STWgLCFKwoUfO-xnAgCa9x0xsnwsIs-_sBz9QZnbEzYG8/s200/elvis3.jpg" border="0" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5327647595353499506" style="float: left; margin-top: 0px; margin-right: 10px; margin-bottom: 10px; margin-left: 0px; cursor: pointer; width: 133px; height: 200px; " /></a><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style=" ;font-family:arial;font-size:13px;">Sentada de lado, sobre ti, apoyo mi espalda en la puerta del coche y te observo sonriendo dulcemente, mientras bajas muy despacio la cremallera de mis botas. Las quitas y las dejas caer en el asiento delantero. Tus dos manos envuelven mi pie derecho y suben lentamente por mi pierna a través de la media, llegas hasta el ombligo dibujando un círculo alrededor y bajas por la otra pierna. A medida que tus manos se deslizan hacia abajo, arrastran tras de sí la media, dejando la piel y el vello erizado, que responde a tu contacto como si miles de burbujas me hicieran cosquillas al querer escapar de mi interior hacia la superficie de mi piel.</span><br /></div><!--StartFragment--><p class="MsoBodyText"><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;"><o:p></o:p></span></span></p> <p class="MsoBodyText" style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;">Sigues acariciándome, apartando la tela que se interpone entre los dos. Despacio. Cada beso, cada caricia, me envuelve en una niebla erótica que se deshace en gotas de deseo, sumergiéndome en la laguna de mis fluidos hasta dejarme sin aire. Y acabas lo que empezaste hace unos minutos cuando estábamos de pie junto a mi coche.</span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;"><o:p></o:p></span></span></p> <p class="MsoBodyText" style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;">Casi sin recobrar el aliento me incorporo, y me paseo por tu cuello con mi boca, mientras desabrocho tu camisa lentamente. Tras cada botón que abre su puerta, un beso se instala sobre la piel que escondía. Con la camisa abierta, deslizo mis manos por tu cintura para acariciar tu espalda y sacar la camisa que aún queda atrapada en tu pantalón. Sin dejar de tocarte y de besarte, retorno al punto de partida y desabrocho tu cinturón, y la cremallera del pantalón, tan despacio que tiemblas al rozar tu erección con mi mano.</span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;"><o:p></o:p></span></span></p> <p class="MsoBodyText" style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;">Me ayudas a quitarte los zapatos; después tu pantalón junto con los calcetines. Me dejo deslizar con cuidado entre tus piernas para quedarme en el suelo. Mis labios resbalan desde tu ombligo hacia abajo, más abajo… Acaricio tus muslos con mis dedos, dibujando figuras de jinetes imaginarios que desean subir sobre el corcel desbocado que se estremece bajo tu ropa interior. Finalmente le abro la puerta y le ayudo a salir, besándolo dulcemente, con besos cortos y delicados primero, y con besos largos y húmedos después.</span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;"><o:p></o:p></span></span></p> <p class="MsoBodyText" style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;">Te degusto como si fueras un delicioso manjar, lo meto en mi boca lentamente, jugueteo con mi lengua, bajo y subo mis labios haciéndolo desaparecer en mi garganta, una y otra vez, hasta que tu respiración jadea y me ofreces tu pasión contenida, cual poción mágica para calmar la sed. Con mi lengua te lamo dulcemente entre sacudidas de placer.</span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;"><o:p></o:p></span></span></p> <p class="MsoBodyText" style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;">Me vuelvo a sentar sobre ti y nos quedamos así, en silencio, mirándonos, acariciándonos, besándonos. <span class="Apple-style-span" style=" ;font-family:Georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;">Sujetas mi cara dulcemente entre tus manos; dibujas la comisura de mis labios con tus dedos y preguntas: </span></span><i><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;">“¿qué puedo hacer por ti?”</span></span></i><span style="font-style:normal"><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;">. Giro mi cara un poco para besar tu mano y te respondo: </span></span></span><i><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;">“de momento invitarme a comer. Después ya te diré”</span></span></i><span style="font-style:normal"><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;">…</span></span></span></span></span></span></p> <p class="MsoBodyText" style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;">Nos vestimos dentro de tu coche y me llevas a buscar el mío. Te sigo. Me invitas a comer en tu casa; llegamos y aparco dos calles más abajo. Ha empezado a llover otra vez. En el trayecto nos devoramos a besos bajo la lluvia, parándonos cada tres metros para saborearnos con ansia. Subimos, abres la puerta de entrada y la cierras apoyándome en ella. Me secas la cara con tus manos y me dices </span></span><i><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;">“quítate esta ropa mojada y espérame en el sofá”</span></span></i><span style="font-style:normal"><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;">. Te marchas a la cocina. Yo obedezco y te espero, observando cómo troceas unas piezas de fruta mientras voy desnudándome frente a ti. Miras de reojo y sonríes. </span></span></span><i><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;">“Vamos preciosa”</span></span></i><span style="font-style:normal"><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;"> y me arrastras de la mano hasta el sofá. Me tumbas y vas colocando estratégicamente trozos de fruta sobre mi cuerpo desnudo. Está fría y mi piel se eriza. Coges una uva y la pones en mi boca; la sujeto con los dientes y los hundo en ella lentamente hasta que estalla en mi boca derramando su jugo, que resbala por mis labios. Te acercas y me quitas la uva, besándome, cediéndome a cambio tu lengua, a modo de préstamo temporal hasta que una jugosa fresa la sustituye. Mientras la como, tú haces lo mismo con los pedazos que hay repartidos en mi cuerpo. Cada trozo que desaparece es sustituido con mimo por un mordisqueo sutil. De vez en cuando depositas en mi boca alguna porción más de fruta mientras tu boca prosigue su improvisada excursión sobre mí. Separas lentamente mis piernas para bucear en mi intimidad. Nadas con tus dedos primero, y con tu lengua húmeda y caliente después. Luego te acoplas sobre mí y te meces con cadencia, en un vaivén acompasado, una y otra vez.</span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;"><o:p></o:p></span></span></span></p> <p class="MsoBodyText" style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;">Dos bocas unidas, convirtiendo las lenguas en ávidas exploradoras de cada centímetro de piel. Nuestras manos descubriéndonos lentamente, dejando al desnudo la más absoluta intimidad. Piel contra piel, boca contra boca, avanzando tímidamente en el camino del placer, de besos húmedos y de besos calientes, tú sobre mí y yo sobre ti, mientras la noche corre deprisa a buscar la luz del día. </span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;"><o:p></o:p></span></span></p> <p class="MsoBodyText" style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;">Amanece en la ventana y la magia continúa en el ambiente. Piernas entrelazadas y tu cuerpo tras de mí. El primer sonido del día, tu voz. La primera visión del día, tus ojos. Tu boca me besa el cuello, la mía busca la tuya. Tal vez sea la última vez… Hay ocasiones en la vida en las que se nos ofrece situaciones impredecibles, que pasan deprisa pero que nunca se olvidan. </span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;"><o:p></o:p></span></span></p> <p class="MsoBodyText" style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;">Quizá no vuelva a verte, quizá no vuelvas a verme, quizá esto no cambie nada el rumbo de nuestras vidas, pero en el interior de cada uno de los suspiros que salgan de mi boca se escapará algo de ti…</span></span><o:p></o:p></p> <!--EndFragment--> </div>Alter Egohttp://www.blogger.com/profile/15949185458048190142noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-117956622532245750.post-26481527619435183382008-12-04T12:20:00.009+01:002009-04-26T00:59:00.948+02:00El GuardiáN del MaR (I)<a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiEpCRrO9dc-FDlaXDMkcmrrS6m4OlBpJxiLnhHW06g801q3I_QEpsV3uifYKmng1pevwwtjuWz38A3myYyYegzCOFu8KL7H0PnwFHjAQyYlHOhZlXEV0vcZ2IAqw6_MUjbcRX_njqtD8E/s1600-h/guardian02.jpg"><br /></a><br /><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="color: rgb(255, 0, 0);"><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;">-parte I-</span></span><span class="Apple-tab-span" style="white-space:pre"><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"> </span><span class="Apple-tab-span" style="white-space:pre"><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"> </span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"> </span></span><a href="http://helga-alterego.blogspot.com/2008/12/el-guardin-del-mar-ii.html"><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;">(ver parte II)</span></a><span class="Apple-tab-span" style="white-space:pre"><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"> </span></span><a href="http://helga-alterego.blogspot.com/2008/12/el-guardin-del-mar-iii.html"><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;">(ver parte III)</span></a><br /></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div><!--StartFragment--> <p class="MsoBodyText2" style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: arial;"><br /></span></p><a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiEpCRrO9dc-FDlaXDMkcmrrS6m4OlBpJxiLnhHW06g801q3I_QEpsV3uifYKmng1pevwwtjuWz38A3myYyYegzCOFu8KL7H0PnwFHjAQyYlHOhZlXEV0vcZ2IAqw6_MUjbcRX_njqtD8E/s1600-h/guardian02.jpg"><img src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiEpCRrO9dc-FDlaXDMkcmrrS6m4OlBpJxiLnhHW06g801q3I_QEpsV3uifYKmng1pevwwtjuWz38A3myYyYegzCOFu8KL7H0PnwFHjAQyYlHOhZlXEV0vcZ2IAqw6_MUjbcRX_njqtD8E/s200/guardian02.jpg" border="0" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5328767264185729154" style="float: left; margin-top: 0px; margin-right: 10px; margin-bottom: 10px; margin-left: 0px; cursor: pointer; width: 200px; height: 144px; " /></a><p class="MsoBodyText2" style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;">Hemos sido los primeros en llegar, todavía falta más de media hora para la reserva de la mesa. Casualmente, los dos hemos pensado llegar un poco antes para ver la puesta de sol sobre el mar. Paseamos en silencio, uno al lado del otro, sin mirarnos, yo pensando en ti, y tú, ahora lo sé, pensando en mí. Te detienes ante el murete con la intención de sentarte, indicándome con los ojos que me acerque a tu lado. Con la mano sacudes un poco la superficie de la piedra del muro para quitar restos de arena antes de sentarnos. Hoy el mar está bravo y el sonido de las olas al romper se amplifica entre las rocas. El sol está ya muy bajo, y por suerte no hay nubes en el horizonte que nos impida ver el ocaso. El cielo ha pasado de azul a magenta, luego a rosa y finalmente a naranja, transformando el horizonte vespertino sobre el perfil de las rocas en una preciosa postal. Con la mirada en el infinito, te susurro que me encanta el mar cuando el sol va desapareciendo poco a poco, invitando a las olas a engalanarse de espuma para bailar al son de una bella melodía y dar la bienvenida a la luna. Suspiras, y con tus dedos acaricias mi mano que está junto a la tuya. A veces pienso cuando te miro que eres mi guardián del mar, de mi mar, que cuida cada movimiento de las olas para que por las noches hablen para mí, envolviendo mi mente y llenándola de historias que quedaron perdidas entre sus aguas y el tiempo… Compruebas el reloj y me dices que ya es casi la hora. Nos levantamos y hacemos el camino inverso, también en silencio. Dos coches se detienen junto a nosotros, es el resto del grupo que ya se dirige hacia el restaurante. Nos recogen y llegamos en pocos minutos. Allí nos acomodan en una gran mesa y tú eliges sentarte frente a mí. Después de cenar nos repartimos en los coches y yo cojo el mío, por si decides venir conmigo. Pero no sabías que iba a cogerlo, así que te quedas en el que ya habías subido. Conducimos hasta el puerto y nos quedamos allí, en una fiesta particular de unos conocidos del anfitrión. Sobre las tres de la madrugada ya empiezo a acusar el cansancio, y comienzo a despedirme de todos. El último tú. Ante mi sorpresa, hacía rato que estabas esperando a que me marchase para aprovechar la ocasión y pedirme que te acerque a casa. </span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;"><o:p></o:p></span></span></p> <p class="MsoBodyText2" style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;">Durante el trayecto volvemos a pasar por el lugar donde hace unas horas estábamos sentados. Me preguntas si me apetece parar un momento, y te digo que sí. Pero no nos quedamos allí, sino que bajamos hasta la playa desierta. Nos sentamos entre las barcas varadas en la arena y, recostándote de lado con la cabeza apoyada sobre tu mano, comienzas a hablar. Me preguntas si sabía que hoy es la noche propicia para ver la lluvia de estrellas de verano conocida como Las Perseidas o Lágrimas de San Lorenzo. Sí lo sabía, pero me encanta escuchar tu voz así que te dejo continuar. Prosigues diciendo que este año, el fenómeno coincide con fase de Luna Nueva y que la ausencia de luz lunar y la máxima oscuridad favorecerán su observación. Me comentas que este evento tiene su origen en la constelación de Perseo, y me haces una breve explicación del fenómeno. Terminas diciendo que es hora de tumbarse y de observar, y que si veo alguna estrella caer puedo aprovechar para pedir un deseo. Nos echamos boca arriba sobre la arena para contemplar la grandeza del firmamento, en la oscuridad de la playa. Las barcas nos arrinconan en un improvisado refugio oculto a las miradas indiscretas, con el sonido del viento acompañando la melodía de las olas. A tu lado, mi mente se evade irremediablemente hacia miles de fantasías deseosas de ser compartidas contigo. </span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;"><o:p></o:p></span></span></p> <p class="MsoBodyText2" style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;">Tu voz me susurra al oído: “Ayer soñé contigo, y conmigo…pura fantasía”. Te contesto citando una frase idónea para la ocasión: </span></span><i><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;">“hay que inyectarse todos los días una buena dosis de fantasía, para no morir en la realidad.”</span></span></i><span style="font-style:normal"><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;"> Aunque sea soñando...</span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;"><o:p></o:p></span></span></span></p> <p class="MsoBodyText2" style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;">Y después, tus labios acercándose a los míos lentamente. Tu boca se queda a escasos milímetros de la mía, acelerando mi pulso. Tus ojos preguntan si puedes besarme. Los míos te lo confirman cerrándose. Y en un instante tu lengua se entrelaza a la mía, mientras tu brazo pasa sobre mi cuerpo para hacerme prisionera de tu deseo. El tiempo se detuvo. No recuerdo cuánto estuvimos allí besándonos, cuántas veces tus labios rozaron mi cuello, cuántas veces tus dedos pasearon por mi cuerpo, hasta casi hacerme perder el aliento.</span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;"><o:p></o:p></span></span></p> <span style=""><div style="text-align: justify;"><span style=""><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;">Tus manos me van desnudando lentamente, las mías se apartan para dejarte hacer. Tiemblo, de deseo, al sentir tu boca en mi piel. Mordisqueas mis pechos, mientras tus manos suben hasta las mías para sujetarme y someterme sutilmente a tu voluntad. Notas que me gusta, y excitado empiezas a recorrer mi cuerpo, con sumo cuidado, mientras yo me dejo llevar por esa ola de calor, que me quema y me deja a tu merced…</span></span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;"> </span></span> <br /></div></span></div>Alter Egohttp://www.blogger.com/profile/15949185458048190142noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-117956622532245750.post-48258826146091588192008-12-04T12:19:00.006+01:002009-04-26T01:16:31.470+02:00El GuardiáN del MaR (II)<div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="color: rgb(255, 0, 0); "><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;">-parte II-</span></span></span><span class="Apple-tab-span" style="white-space:pre"><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;"> <span class="Apple-tab-span" style="white-space:pre"> </span> <span class="Apple-tab-span" style="white-space:pre"> </span></span></span></span><a href="http://helga-alterego.blogspot.com/2008/12/el-guardin-del-mar-i.html"><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;">(ver parte I)</span></span></a><span class="Apple-tab-span" style="white-space:pre"><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;"> <span class="Apple-tab-span" style="white-space:pre"> </span> </span></span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;"><a href="http://helga-alterego.blogspot.com/2008/12/el-guardin-del-mar-iii.html">(ver parte III)</a></span></span><br /></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div><a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjtFxyRhDtTEvNgC44Fy1GDN6tvYXiP15kbq0gciKTRHwCWWO07-nWxX3Iexky7B59mhtsP5eG-4k7cK-mFeLnS4doq3RAN7oTKkqaggGMMAiEr4O7j42pgU8kZBq26L1hUrS6ksmmKk-8/s1600-h/guardian03.jpg"><img src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjtFxyRhDtTEvNgC44Fy1GDN6tvYXiP15kbq0gciKTRHwCWWO07-nWxX3Iexky7B59mhtsP5eG-4k7cK-mFeLnS4doq3RAN7oTKkqaggGMMAiEr4O7j42pgU8kZBq26L1hUrS6ksmmKk-8/s200/guardian03.jpg" border="0" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5328771739664358754" style="float: left; margin-top: 0px; margin-right: 10px; margin-bottom: 10px; margin-left: 0px; cursor: pointer; width: 200px; height: 133px; " /></a><p class="MsoBodyText" style="text-align:justify"><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;">Tecleando lentamente las letras del portátil para contestar tú ultimo mensaje, me llega el recuerdo de tu voz, de tus ojos, de tu olor... Termino de escribir la frase y lo releo todo una y otra vez, antes de tocar la tecla de envío.</span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;"><o:p></o:p></span></span></p> <p class="MsoBodyText" style="text-align:justify"><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;">Ni demasiado evidente ni demasiado sutil. Y al apretar la tecla me imagino todas esas palabras agolpadas intentando pasar a través de un minúsculo túnel, iluminado por pequeños chispazos con cada letra que lo roza. Y al llegar a su destino te ilumina la pantalla, como una bomba a punto de estallar, impaciente por dejar su carga, palabras ansiosas por cumplir su misión de ser leídas.</span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;"><o:p></o:p></span></span></p> <p class="MsoBodyText" style="text-align:justify"><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;">Apago el ordenador y me quedo un rato en la silla, con las piernas encogidas sobre el asiento y la cabeza apoyada sobre las rodillas. Pienso que ha sido un día rápido, apenas he comido pero no tengo hambre. No sé cuanto rato ha debido pasar desde que me acurruqué en la silla pero un ladeo de cabeza me indica que me había quedado dormida. </span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;"><o:p></o:p></span></span></p> <p class="MsoBodyText" style="text-align:justify"><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;">Suena el interfono de casa, con un zumbido rápido. Sólo uno. Voy lentamente hacia la puerta y pregunto quien hay. “Soy el guardián del mar”</span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;"><o:p></o:p></span></span></p> <p class="MsoBodyText" style="text-align:justify"><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;">He reconocido tu voz. Abro y dejo la puerta entornada, esperándote tras ella. Oigo tus pies descalzos deslizarse sobre cada escalón, en un sonido amortiguado por tu tarareo cantarín. Apareces por la puerta, con los zapatos en una mano y en la otra un libro. Mi libro. Y sin entrar me lees en alto la <a href="http://helga1970.blogspot.com/2008/07/el-mar.html">dedicatoria</a> que escribí:</span></span></p><p class="MsoBodyText" style="text-align:justify"><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;"><o:p></o:p></span></span></p> <p class="MsoBodyText2" style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;"><span class="Apple-style-span" style="font-style: italic;">“En el diálogo que las olas tienen con las rocas escuché tu nombre. En el murmullo de la espuma que el mar deja sobre la arena reconocí tu voz. En las pisadas que quedaron hoy en la playa vi tu caminar. Y entonces supe que tú también habías estado allí. Es la huella que dejas al pasar lo que amo de ti”</span></span></span></p><p class="MsoBodyText2"><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;"><o:p></o:p></span></span></p> <p class="MsoBodyText2" style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;">Dejas tus zapatos en el suelo y empujas lentamente la puerta para descubrirme tras ella. La cierras y te quedas allí mirándome. Sin parpadear aguanto tu mirada y te regalo una tímida sonrisa. Me coges una mano y acercándote me dices </span></span><i><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;">“Vístete, nos vamos</span></span></i><span style="font-style:normal"><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;">”. </span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;"><o:p></o:p></span></span></span></p> <p class="MsoBodyText2" style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;">Subimos a tu coche y nos vamos carretera arriba hasta el faro. A unos pocos metros de donde dejamos el coche hay una casa y un refugio de madera. Bajo sus cimientos, un abrupto y escarpado acantilado. Hace mucho viento y me ves tiritar. Te acercas y me rodeas con tus brazos, caminando lentamente hacia la casa. Ya me habías comentado que vivías en un sitio peculiar, pero nunca imaginé un lugar así. Entramos y enciendes la luz. Sin soltarme me conduces hasta una escalera que acaba en una puerta de color blanco. Antes de entrar coges mi cabeza entre tus manos y me besas, un beso tras otro van cayendo sobre mi boca.</span></span></p><p class="MsoBodyText2"><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;"><o:p></o:p></span></span></p> <p class="MsoBodyText2" style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;">Al encender la luz tras esa puerta, veo una amplia habitación, casi vacía. En el centro, una cama con un gran dosel con columnas barrocas de caoba negro y sábanas de raso rojo. Las paredes pintadas en blanco y negro, ocultando la puerta que da acceso a la estancia. Un columpio-hamaca cuelga del techo, frente a un gran espejo. En una esquina un tocador sobre el que hay un collar negro de cuero, y unas cintas de terciopelo con muñequeras para sujetar a la cama... Al lado, una nota en papel de seda blanco, doblado por la mitad, con la palabra clave para poner fin al juego en el momento en que se desee. </span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;"><o:p></o:p></span></span></p> <p class="MsoBodyText2" style="text-align: justify;"><i><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;">“Duerme conmigo esta noche</span></span></i><span style="font-style:normal"><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;">” me pides mientras apartas mi pelo de la nuca para besarla. No puedo negarme, un intenso deseo recorre mi cuerpo y no quiero que acabe. Será la última vez, lo sabes, lo sé. Coges el collar y lo abrochas alrededor de mi cuello aprovechando que ya lo habías dejado al descubierto para besarlo.</span></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align:justify;mso-pagination:none;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"><span style=""><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;">Luz tenue de velas y olor a incienso de coco. Me desnudo lentamente mientras observas sentado en el suelo. Te deleitas con cada movimiento que mis manos hacen sobre mi cuerpo. Sólo me dejo un corpiño de cuero negro ajustado al talle, con una cremallera delantera para dejar al descubierto la piel a medida que avance tu juego. Sin ropa interior. Te espero tumbada sobre las sábanas de raso rojo, recostada sobre mi espalda. Te acercas para besarme y me tapas los ojos con un suave antifaz. Lo último que veo son tus ojos. Y me dejo llevar, en los brazos del placer. Suena de fondo “Roads” de Portishead.</span></span></span></p> <span style="mso-ansi-language:ES-TRAD;font-family:Times;font-size:12.0pt;"><div style="text-align: justify;"><span style=""><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;">Y empieza el juego. </span></span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;"> </span></span><br /></div></span></div>Alter Egohttp://www.blogger.com/profile/15949185458048190142noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-117956622532245750.post-52213971880794360852008-12-04T12:18:00.007+01:002009-06-19T23:22:15.677+02:00El GuardiáN del MaR (III)<a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgHUx8NzTXlM63ijBMN4LGpfJb-ZoVbpZLMLbq40QdfYB9yUltDmB9jRR9x2yNwnBLzBtKxIdAGExEi2mekx9twSmDY8HQI6rfeCAlORXFgeyy9M9rQfKtEeKrpcjt6Ju5Sp9l_PTaAA9E/s1600-h/bdsm-08.jpg"></a><br /><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;"><span class="Apple-style-span" style="color: rgb(255, 0, 0);">-parte III-</span></span></span><span class="Apple-tab-span" style="white-space:pre"><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;"><span class="Apple-style-span" style="color: rgb(255, 0, 0);"> </span> <span class="Apple-tab-span" style="white-space:pre"> </span> <span class="Apple-tab-span" style="white-space:pre"> </span></span></span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;"><a href="http://helga-alterego.blogspot.com/2008/12/el-guardin-del-mar-i.html">(ver parte I)</a></span></span><span class="Apple-tab-span" style="white-space:pre"><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;"> <span class="Apple-tab-span" style="white-space:pre"> </span> </span></span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;"><a href="http://helga-alterego.blogspot.com/2008/12/el-guardin-del-mar-ii.html">(ver parte II)</a><br /></span></span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial, -webkit-fantasy;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:Georgia, fantasy;"><br /></span></span></div><div><span class="Apple-style-span" style="color: rgb(0, 0, 238); -webkit-text-decorations-in-effect: underline; "><img src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgHUx8NzTXlM63ijBMN4LGpfJb-ZoVbpZLMLbq40QdfYB9yUltDmB9jRR9x2yNwnBLzBtKxIdAGExEi2mekx9twSmDY8HQI6rfeCAlORXFgeyy9M9rQfKtEeKrpcjt6Ju5Sp9l_PTaAA9E/s200/bdsm-08.jpg" border="0" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5349152014444242962" style="float: left; margin-top: 0px; margin-right: 10px; margin-bottom: 10px; margin-left: 0px; cursor: pointer; width: 142px; height: 200px; " /></span><p class="MsoBodyText2" style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;">Con los ojos tapados se agudizan mis sentidos. Oigo tus pasos alrededor de la cama. Te sientas al lado. No dices nada. Me miras, sé que me estás mirando. Te gusta observarme mientras estoy a tu merced, indefensa, callada, sumisa. Acaricias mi mano derecha y sujetando la muñeca abrochas una cinta de terciopelo alrededor. Besas la palma de la mano y la dejas caer suavemente sobre la sábana para atar la cinta al dosel. Te levantas y te oigo rodeando la cama para situarte al otro lado, pero no te sientas. Sigues callado, yo también. Me dejo llevar por los pensamientos y te imagino arrodillado en el suelo, junto a mí, mientras vas recorriendo mi brazo con tus dedos, muy despacio, hasta mi cuello, para volver a bajar cogiendo mi mano y sujetarla con otra cinta al dosel. </span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;"><o:p></o:p></span></span></p> <p class="MsoBodyText2" style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;">Mi respiración se agita, un beso en los labios me saca de mis pensamientos y me devuelve a la habitación. Noto el aliento de tu boca caliente cerca de mi piel, recorriéndola sin tocarla, desde mi cuello hasta los dedos de mis pies. </span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;"><o:p></o:p></span></span></p> <p class="MsoBodyText2" style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;">Necesito el roce de tus manos en mi cuerpo, sentir tus labios jugando en él, mientras te pido un beso que calme esta necesidad incontrolable que tengo de ti.</span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;"><o:p></o:p></span></span></p> <p class="MsoBodyText2" style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;">Me besas, mordisqueando mis labios. Mi respiración se acelera cada vez más, y eso te excita y te provoca. Huelo tu piel, oigo tus dedos deslizándose por mi cuerpo, noto tu lengua ardiendo, lamiendo, explorando… Lo haces dulce, tranquilo, suave, casi sin rozarme. Juegas con tu boca entre mis piernas, agarrando fuerte mis caderas. Mi voz resuena tímidamente en la habitación, susurrando tu nombre. Me devoras con tus labios.</span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;"><o:p></o:p></span></span></p> <p class="MsoBodyText2" style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;">Se acaba nuestro tiempo y también el juego. Te dejas caer sobre mí, y empiezo a notar tu balanceo, mientras lentamente nuestros sexos chocan insaciables. Te siento al ritmo de la música, de mis gemidos, de tu respiración jadeante, de tu sexo, de tu deseo, de mi deseo… Me destapas los ojos, para que mire los tuyos. Sabes que me gusta ver tu mirada mientras, y ver el brillo de tus pupilas, recordarte cuando no estés, para memorizar cada detalle de tu piel cuando se confunde con la mía, porque tú crees que lo que no se recuerda no existe…</span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;"><o:p></o:p></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align:justify;mso-pagination:none;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"><span style=""><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;">Me desatas las manos y te quedas recostado a mi lado. Me incorporo y me deshago del corpiño, ofreciéndome ante tus ojos, sintiéndome frágil. Cuando me miras, mis piernas tiemblan y se estremecen. Nuestros labios se acercan, mis manos exploran, saboreo tu cuello mientras tus manos rodean mi espalda. Tu boca calma mi sed y mi cuerpo se adosa al tuyo formando uno. Siento tu sexo entre mis piernas, mi boca pegada a tu oído deja fluir mis jadeos y noto como me agarras más fuerte. Tumbado ante mí, me apodero de tu cuerpo, me acomodo en tu regazo y dejo que tu sexo me encuentre. Con mis manos te agarro y te empujo dentro, navegando juntos sobre las sábanas, entre pasiones y deseos, entre momentos de placer intensos.</span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;"><o:p></o:p></span></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align:justify;mso-pagination:none;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"><span style=""><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;">Recuerdo tus palabras cuando nos conocimos. Nunca una frase se aproximó con tanta exactitud a la realidad:</span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;"><o:p></o:p></span></span></span></p> <p class="MsoBodyText3" style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;"><span class="Apple-style-span" style="font-style: italic;">“El sexo, el amor y el dolor son experiencias límite. Solamente aquél que conoce esas fronteras conoce la vida… El resto es simplemente pasar el tiempo, es repetir una misma tarea, es envejecer, es morir sin saber realmente lo que se está haciendo aquí”</span></span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;"><o:p></o:p></span></span></p> <p class="MsoBodyText3" style="text-align: justify;"><span style="font-style:normal"><span style=""><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;">Antes de dormirnos, te acaricio lentamente, recorriéndote con mis dedos para memorizarte. Con mi boca dibujo tu piel. Con mi lengua pinto tu carne. Para no olvidarte...</span></span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;"> </span></span></span></p></div>Alter Egohttp://www.blogger.com/profile/15949185458048190142noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-117956622532245750.post-62048696744486246202008-06-10T23:15:00.005+02:002009-04-26T01:23:50.293+02:00GrandeS EsperanzaS (I)<span class="Apple-style-span" style="font-family:verdana;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;"><span class="Apple-style-span" style="color: rgb(255, 0, 0);">-parte I- </span> <a href="http://helga-alterego.blogspot.com/2008/06/grandes-esperanzas-ii.html">(ver parte II)</a></span></span><div><br /></div><a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgfABXJEaXS5UreOHobbYk3PjrTvjv8N0evd7mP1Vcuu4Oyr6Ixt6yQrUgZM8ULTlVSRB4jymvUxPSVhcB8fxcxofttdx3TgIncxOb2a7CWi8YjUOltbfwFtY6MYa6fX3sUhjjdeG7EyMc/s1600-h/piernas2.jpg"><img src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgfABXJEaXS5UreOHobbYk3PjrTvjv8N0evd7mP1Vcuu4Oyr6Ixt6yQrUgZM8ULTlVSRB4jymvUxPSVhcB8fxcxofttdx3TgIncxOb2a7CWi8YjUOltbfwFtY6MYa6fX3sUhjjdeG7EyMc/s200/piernas2.jpg" border="0" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5328773680762940626" style="float: left; margin-top: 0px; margin-right: 10px; margin-bottom: 10px; margin-left: 0px; cursor: pointer; width: 133px; height: 200px; " /></a><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style=" ;font-size:13px;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:verdana;">Nada más entrar echo un vistazo buscando una mesa libre. Te veo sentada en ese rincón, con las piernas cruzadas y una mano sujetando la frente, sumergida en un libro. Una taza en la otra mano, a medio camino entre la mesa y tu boca. Como cada día, me siento enfrente, ni lejos ni cerca, lo justo para cruzar nuestras miradas de vez en cuando. Me pido un café y un poco de agua. El camarero me tapa; cuando se aparta ya no estás, pero tus cosas siguen en la mesa. A mi izquierda oigo una voz, casi un susurro, que me pregunta si puede coger el diario que alguien dejó doblado sobre la mesa. Eres tú la que me habla, sin parpadear, sonriendo y extendiendo la mano. Sonrío sin decir nada y asiento con la cabeza. Lo cojo para entregártelo y (sin querer) rozo tu mano. Un escalofrío recorre mi brazo enviando una señal por todo mi cuerpo. Ahora he visto tus ojos de cerca, preciosos, pequeños, redondos, muy verdes. Te alejas y te giras un segundo para dar gracias sin decir nada. Cojo mi taza y cada sorbo de café me sabe diferente con cada mirada tuya.</span></span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style=" ;font-family:verdana;font-size:13px;">Haces que lees, un segundo levantas la vista y otro después la bajas para volver al diario. ¿Me acerco yo o vienes tú? Mejor ven tú. Y te sientas a mi lado, con un <span class="Apple-style-span" style="font-style: italic;">"¿Puedo?</span>" para quedarte. Nos presentamos (por fin) después de tantos meses observándonos. Tus dos besos en mis mejillas, tan cerca de mi boca, me han ruborizado. Conversamos brevemente, abres tu bolso y me das una tarjeta con tu nombre, en la que anotas a mano un número de teléfono móvil. Coges mi mano y, girándola hacia arriba, depositas la tarjeta deslizando tus dedos sobre los míos. Tu contacto me ha electrizado. Te acercas a mi oído, casi besándolo, y susurras <span class="Apple-style-span" style="font-style: italic;">"Me encantaría cenar contigo"</span>. Tus palabras han sido como un beso fugaz, que han encendido en mi interior una chispa de curiosidad. Te levantas y tocando sutilmente mi espalda te diriges a tu mesa para coger tus cosas y te vas, no sin antes decir <span class="Apple-style-span" style="font-style: italic;">"Al café hoy te invito yo"</span>.</span></div>Alter Egohttp://www.blogger.com/profile/15949185458048190142noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-117956622532245750.post-76656516419288703742008-06-10T23:14:00.002+02:002009-04-26T01:24:56.350+02:00GrandeS EsperanzaS (II)<span class="Apple-style-span" style="font-family:verdana;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;"><span class="Apple-style-span" style="color: rgb(255, 0, 0);">-parte II- </span> <a href="http://helga-alterego.blogspot.com/2008/06/grandes-esperanzas-i_10.html">(ver parte I)</a></span></span><div><br /></div><div><span class="Apple-style-span" style=" ;font-family:verdana;font-size:13px;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Georgia; font-size: 16px; "><a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgXtTyCR4bCf28SDbjljrXSvQ0-ZKQwhPVTO_out5std_C7dk9kAcDCyHHOBM2odPd_7RuoStMGLLX3pOoMpvrrOkeYDcfWIDYtfo5lOdj_VkVeCP2YN-rJITq8d_xhRWZ3bi93U1j1RO0/s1600-h/piernas.jpg"><img src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgXtTyCR4bCf28SDbjljrXSvQ0-ZKQwhPVTO_out5std_C7dk9kAcDCyHHOBM2odPd_7RuoStMGLLX3pOoMpvrrOkeYDcfWIDYtfo5lOdj_VkVeCP2YN-rJITq8d_xhRWZ3bi93U1j1RO0/s200/piernas.jpg" border="0" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5328773952805153602" style="float: left; margin-top: 0px; margin-right: 10px; margin-bottom: 10px; margin-left: 0px; cursor: pointer; width: 187px; height: 200px; " /></a></span><p class="MsoNormal" style="text-align:justify"><span style="font-family:Arial;font-size:9.0pt;">Ha transcurrido toda la semana en un soplo, como un chasquido de dedos. No hemos vuelto vernos desde la mañana del martes, pero he pasado estos días pensando en ti, en tus ojos, en tus manos, recordando el contacto electrizante de tus dedos en los míos. Y he pensado “¿por qué no?”<o:p></o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align:justify"><span style="font-family:Arial;font-size:9.0pt;">Ya es media tarde, me marcho a casa. Entre dudas pienso ¿te llamo ahora? ¿te llamo más tarde? ¿cuándo te llamo? Al final decido enviarte un mensaje al número de teléfono que anotaste. Tardas en responder una eternidad, aunque en realidad sólo han sido unos minutos. No te respondo al mensaje todavía, indecisa y desconcertada. Entonces el teléfono suena en mi mano, vibra mientras la pantalla se ilumina intermitentemente mostrando tu nombre, con un insistente parpadeo. Me sudan las manos, se me resbala el teléfono pero lo cojo al vuelo antes de que toque el suelo. Trago saliva, cierro los ojos y respondo “Hola”. Y a partir de esas palabras todo fue rodado…<o:p></o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align:justify"><span style="font-family:Arial;font-size:9.0pt;">Me he dado un baño, relajante y caliente; me he vestido y perfumado para ti. He salido de casa y he subido al coche. He conducido hasta tu casa, la he encontrado en seguida. Aún no ha anochecido del todo, y desde tu ático se ve todo el horizonte iluminado, y el mar al fondo. La brisa trae el sonido del ajetreo del puerto, y una mezcla de músicas en la lejanía. En esta terraza me siento como en casa. Esta noche hace calor, las nubes han tapado durante todo el día el cielo, atrapando olores, sonidos, sopor, calor, humedad, quedándose todo flotando en el ambiente nocturno.<o:p></o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align:justify"><span style="font-family:Arial;font-size:9.0pt;"><i>“Ven, acércate aquí”</i></span><span style="font-family:Arial;font-size:9.0pt;"> me dices tumbada en la hamaca. Llevas una camisola blanca, dejando entrever la redondez de tus pechos a través del escote, transparentado la sombra de tus pezones, pero no acierto a intuir si llevas o no ropa interior. Vas descalza y con el cabello recogido. Me tumbo en la hamaca contigua, me descalzo yo también y dejo mi vaso en el suelo. Tu mascota (un labrador precioso) se acerca curioso a husmear, metiendo su hocico en mi mano y olisqueando el vaso vacío que acabo de dejar. Se aleja satisfecho al comprobar que soy de fiar. De tu salón salen las notas de la canción “Angel” de Massive Attack. Me encanta que hayas escogido esta música para mí. Me incorporo y me siento, para poder tocar tu piel. Ya es noche cerrada, y aunque hay luna llena las nubes la tapan. Las velas estratégicas que has encendido muestran sombras sugerentes sobre el suelo y la pared. Me arrodillo a tu lado, sobre uno de los cojines de la hamaca, y dejo caer mi mano sobre tu rodilla. La humedad del ambiente evita que mi mano se deslice suavemente, y mi torpeza nos hace reir. Eso rompe un poco la tensión a mi alrededor. Y me dejo llevar. Y te dejas hacer.<o:p></o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align:justify"><span style="font-family:Arial;font-size:9.0pt;">Consciente de la situación que mi roce ha desencadenado, elijo el momento propicio para besarte, justo cuando sueltas la horquilla que sujetaba tu pelo. Pero tú ya lo esperabas porque me has recibido con la boca entreabierta, ofreciendome tu lengua. Este contacto me estremece y me entrego al deseo que sale a borbotones por todos los poros de mi piel. La tuya me sabe a miel. Me sujetas la cabeza con tus manos, para cerciorarte de que no voy a escapar. Mis brazos bajan tímidamente por tu espalda y se colocan rodeando tus pechos. Noto la turgencia entre mis manos, tus pezones desafiantes correteando entre mis dedos. Sin dejar de besarme, suena un gemido ahogado en tu boca. Y mi pulso se acelera, mientras mis pensamientos se debaten entre lo convencional y lo desconocido. Ahora puedo comprobar que tú ya lo sabías porque no llevas ropa interior.<o:p></o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align:justify"><span style="font-family:Arial;font-size:9.0pt;">Los movimientos se suceden con fluidez, entre besos y más besos, lenguas dentro y fuera, roces de dedos como serpientes, ropa que desaparece, gemidos convertidos en tímidos jadeos, de pie, de rodillas, sentadas, tumbadas… y por fin la máxima expresión de la energía canalizada en un orgasmo casi dual.<o:p></o:p></span></p> <span style="mso-ansi-language:ES-TRAD;font-family:Arial;font-size:9.0pt;">Tras recuperar el aliento me preguntas sonriendo <i>“¿te apetece comer algo”</i></span><span style="mso-ansi-language:ES-TRAD;font-family:Arial;font-size:9.0pt;">. Y casi sin poder hablar te respondo <i>“¿en qué estás pensando?”</i></span><span style="mso-ansi-language:ES-TRAD;font-family:Arial;font-size:9.0pt;">. Y guiñándome un ojo me extiendes la mano y me llevas adentro.</span><!--EndFragment--> <br /></span></div>Alter Egohttp://www.blogger.com/profile/15949185458048190142noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-117956622532245750.post-75097492303098484682008-05-17T00:49:00.009+02:002009-04-26T01:36:01.298+02:00SueñO de una NochE de PrimaverA… (I)<p class="MsoBodyText" style="text-align:justify"><span class="Apple-style-span" style="color: rgb(255, 0, 0);"><span class="Apple-style-span" style="font-weight: bold;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;">-parte I-<span class="Apple-tab-span" style="white-space:pre"> </span> <span class="Apple-style-span" style="color: rgb(0, 0, 0);"><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;"><a href="http://helga-alterego.blogspot.com/2008/05/sueo-de-una-noche-de-primavera-ii.html"><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;">(ver parte II)</span></a></span></span><span class="Apple-tab-span" style="white-space:pre"><span class="Apple-style-span" style="color: rgb(0, 0, 0);"><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;"> </span></span></span></span><span class="Apple-style-span" style="color: rgb(0, 0, 0);"><span class="Apple-style-span" style=""><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;"><a href="http://helga-alterego.blogspot.com/2008/05/sueo-de-una-noche-de-primavera-iii.html">(ver parte III)</a></span></span></span></span></span></span></span></span></p><p class="MsoBodyText" style="text-align:justify"><span class="Apple-style-span" style="font-family: arial;"><br /></span></p><a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgOrJqjBkp2JA3n9hic-Iykzd5US-sRDWCN-vv_jEtWTRx3iqD2FDtLA4Xc_PHBijGWoVBPQSGpqifeQGfvOU2O1DdGuN-5oy1__9kieHFpqJmU9O1hqpps7AeduclT94Eh99vD6Gf05Q8/s1600-h/hotel02.jpg"><img src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgOrJqjBkp2JA3n9hic-Iykzd5US-sRDWCN-vv_jEtWTRx3iqD2FDtLA4Xc_PHBijGWoVBPQSGpqifeQGfvOU2O1DdGuN-5oy1__9kieHFpqJmU9O1hqpps7AeduclT94Eh99vD6Gf05Q8/s200/hotel02.jpg" border="0" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5328776841873130898" style="float: left; margin-top: 0px; margin-right: 10px; margin-bottom: 10px; margin-left: 0px; cursor: pointer; width: 200px; height: 133px; " /></a><p class="MsoBodyText" style="text-align:justify"><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;">El tren está entrando a la estación. Tras unas horas de viaje, que se han hecho eternas, por fin llego a destino. Cojo la mochila, impaciente por bajar, y nerviosa por verte. En cuanto desciendo al andén mis ojos revisan rápidamente alrededor intentando reconocerte. Tú has sido más rápido que yo, pues estás justo enfrente, con los brazos cruzados y una amplia sonrisa en tu cara. Me has reconocido y te acercas. Tras un </span></span><i><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;">“hola”</span></span></i><span style="font-style:normal"><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;"> viene un efusivo abrazo y luego estampas un generoso beso (que no esperaba) en mi boca. </span></span></span><i><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;">“Me alegro de conocerte por fin”</span></span></i><span style="font-style:normal"><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;"> me dices, y tras un ademán para coger mi mochila te digo que no hace falta.</span></span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;"><br /></span></span></p> <p class="MsoBodyText" style="text-align:justify"><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;">Caminamos despacio hacia la salida, mirándonos de vez en cuando y sonriendo a la vez, sin decir nada. Eres tú quien apaga el silencio, y como aún es pronto me sugieres ir a tomar un tentempié antes de quedar para la cena. Acepto encantada, todavía incrédula de estar aquí. Bajamos varias calles, dejando la estación atrás, camino de mi hotel; nos detenemos en un pequeño bar con una terraza improvisada en una plaza. Nos sentamos y rompes el hielo. Hablamos del viaje, de banalidades, de adónde me vas a llevar a cenar; te veo hablar y sonreir, y me miras. Esa mirada, me mata. Desconecto un segundo, perdida en esos ojos penetrantes que escudriñan todo mi cuerpo, haciéndome sentir vulnerable. Después de tres cañas y unos montaditos un poco secos, no me dejas pagar y nos levantamos.</span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;"><o:p></o:p></span></span></p> <p class="MsoBodyText" style="text-align:justify"><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;">Mi hotel está cerca de la estación, así que tardamos poco en llegar. Nos despedimos en la puerta y quedamos en vernos allí mismo en un par de horas. Me das un beso en la mejilla y te quedas mirando como entro. Te saludo a través del cristal de la puerta y me dirijo a recepción. Cuando me giro ya no estás, y un suspiro sale de lo más hondo de mi interior. No puedo dejar de sonreir, me sudan las manos y siento un nudo en el estómago. Llego a la habitación y me acomodo en la cama; tengo tiempo de hacer una siesta antes de ducharme, así que cierro los ojos. En ese momento suena un mensaje en el móvil: </span></span><i><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;">“¿en qué habitación estás?”</span></span></i><span style="font-style:normal"><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;"> preguntas. Te contesto, un poco asustada por si decides subir en ese instante. Pero no subes,</span></span><span style="mso-spacerun:yes"><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;"> </span></span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;">todavía no.</span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;"><o:p></o:p></span></span></span></p> <p class="MsoBodyText" style="text-align:justify"><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;">Tras una hora (una larga hora) me desperezo, me ducho y me visto tranquilamente. En diez minutos suena el teléfono: </span></span><i><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;">“hola princesa, ¿estás preparada?”</span></span></i><span style="font-style:normal"><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;">. Me doy un último vistazo en el espejo y pienso que quizá haber traído esta falda tan corta no ha sido buena idea. Cierro la puerta y aprieto el botón del ascensor. Cuando llega y se abre la puerta ¡sorpresa! allí estás tú, de nuevo mirándome fijamente (ummmmm esa mirada). </span></span></span><i><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;">“¿Me enseñas la habitación?”</span></span></i><span style="font-style:normal"><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;"> preguntas saliendo del ascensor. Mi corazón da un vuelco y mi estómago se encoje. Te contesto </span></span></span><i><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;">“claro, ¿vamos bien de tiempo?”</span></span></i><span style="font-style:normal"><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;"> y riendo me respondes </span></span></span><i><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;">“tranquila, no muerdo”</span></span></i><span style="font-style:normal"><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;">. Me sigues hasta la puerta, la abro y te invito a entrar. Te diriges directamente hacia la ventana, desde donde se ven algunos tejados y las antenas de una parte de la ciudad. </span></span></span><i><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;">“Bonita vista” </span></span></i><span style="font-style:normal"><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;">te digo; </span></span></span><i><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;">“me gusta más lo que veo cuando te miro”</span></span></i><span style="font-style:normal"><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;"> respondes. Silencio. Sonrío tímidamente. Te sientas en el borde de la cama y con un gesto de tu mano me sugieres que me acerque. Me planto delante de ti, los dos muy callados, sin dejar de mirarnos. El único sonido que se oye es el tráfico de la calle. Separas las piernas y, sin levantarte, me colocas entre ellas. Apoyas tu cabeza en mi estómago mientras noto tus manos subiendo lentamente por mis piernas. Rozas el final de las medias en mis muslos y sigues subiendo hasta tocar la piel que queda entre las medias y el culotte de mi ropa interior. Levantas un poco la camiseta y besas el resquicio de piel que queda al descubierto entre la falda y la cintura, con un roce casi imperceptible de tus labios. Y un pequeño gemido se escapa de los míos. Me miras de nuevo, y apartándome un poco me dices </span></span></span><i><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;">“Vamos a cenar. Si te apetece después sigo…”</span></span></i><span style="font-style:normal"><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;"> Y levantándote de la cama me pasas un brazo por el hombro, un beso y nos vamos. En el ascensor no dejas de mirarme, apoyado en el espejo y con los brazos cruzados. </span></span></span><i><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;">“¿Nerviosa?”</span></span></i><span style="font-style:normal"><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;"> preguntas, </span></span></span><i><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;">“mucho”</span></span></i><span style="font-style:normal"><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;"> respondo. </span></span></span><i><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;">“Tranquila, aunque no lo parezca, yo también”</span></span></i><span style="font-style:normal"><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;">. Eso me tranquiliza bastante y me relajo un poco. Al salir del hotel agradezco que me cojas la mano y caminamos hacia la esquina para buscar un taxi. Conversamos un poco durante el trayecto y en pocos minutos llegamos al restaurante, un local muy amplio, de comida italiana. Nos bajamos; no me has dejado pagar esta vez tampoco.</span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;"><o:p></o:p></span></span></span></p> <p class="MsoBodyText" style="text-align:justify"><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;">Entramos y nos acomodamos en la zona de no fumadores (por supuesto); pedimos, cenamos, hablamos, bebemos y nos vamos. </span></span><i><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;">“¿Qué te apetece hacer?”</span></span></i><span style="font-style:normal"><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;"> preguntas. Y te reto </span></span></span><i><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;">“sorpréndeme”</span></span></i><span style="font-style:normal"><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;">. Y vuelves a sonreir. Bajas la mirada y casi en un susurro me ruegas en el oído </span></span></span><i><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;">“¿vamos a tu hotel?”</span></span></i><span style="font-style:normal"><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;">. Sin hablar, asiento con la cabeza y empezamos a caminar mientras aparece un taxi. Ya sentados me preguntas </span></span></span><i><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;">“¿porqué has venido?”</span></span></i><span style="font-style:normal"><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;">, y sin mirar te respondo </span></span></span><i><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;">“porque tenía que conocerte”</span></span></i><span style="font-style:normal"><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;">. </span></span></span><i><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;">“¿No te da miedo?”</span></span></i><span style="font-style:normal"><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;"> preguntas otra vez, </span></span></span><i><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;">“Mucho, nunca había hecho algo así. Pero ha sido más fuerte la curiosidad de comprobar que la realidad contigo puede ser mejor que cualquier fantasía que pueda imaginar”.</span></span></i><span style="font-style:normal"><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;"> Te acercas y me besas; un beso corto, sin lengua, pero húmedo. Noto tus labios calientes sobre los míos. Y me excita. Quiero llegar ya; estoy ansiosa por tocar toda tu piel, por besar y lamer cada centímetro de tu cuerpo. Subimos a mi habitación, impacientes, en el ascensor.</span></span></span></p> <!--EndFragment--> <!--EndFragment-->Alter Egohttp://www.blogger.com/profile/15949185458048190142noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-117956622532245750.post-24243014379608597122008-05-17T00:48:00.005+02:002009-04-26T01:39:08.199+02:00Sueño de una Noche de Primavera… (II)<p class="MsoBodyText" style="text-align:justify"><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="color: rgb(255, 0, 0);"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-weight: bold;">-parte II- <span class="Apple-style-span" style="color: rgb(0, 0, 0);"> <span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;"><a href="http://helga-alterego.blogspot.com/2008/05/sueo-de-una-noche-de-primavera-iii.html">(ver parte III)</a></span></span> </span></span><span class="Apple-style-span" style=""><span class="Apple-style-span" style="color: rgb(0, 0, 0);"><a href="http://helga-alterego.blogspot.com/2008/05/sueo-de-una-noche-de-primavera-parte-i.html"><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;">(ver parte I)</span></a></span></span></span></span></span></p><p class="MsoBodyText" style="text-align:justify"><span class="Apple-style-span" style="font-family: arial;"><br /></span></p><a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi2oddastDFumGzElD-MrNymDgMVHSbWYohuQE8E3QOkzhMOt8D1_D8_TXLf2WiQLCJS1-boz33xEwuG4QhotRwU9aCX_dpk75VqIF0-Uy8rfAgD0IDIHCn1se87G0abo77Nd52iRL1lhM/s1600-h/hotel03.jpg"><img src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi2oddastDFumGzElD-MrNymDgMVHSbWYohuQE8E3QOkzhMOt8D1_D8_TXLf2WiQLCJS1-boz33xEwuG4QhotRwU9aCX_dpk75VqIF0-Uy8rfAgD0IDIHCn1se87G0abo77Nd52iRL1lhM/s200/hotel03.jpg" border="0" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5328777657401252626" style="float: left; margin-top: 0px; margin-right: 10px; margin-bottom: 10px; margin-left: 0px; cursor: pointer; width: 200px; height: 133px; " /></a><p class="MsoBodyText" style="text-align:justify"><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;">Entramos en la habitación y se abre un mundo nuevo, desconocido, excitante… estoy temblando. Voy a cerrar la ventana. Oigo tus pasos tras de mí. Me detengo a esperar. Vas acercándote muy despacio hasta que noto tu respiración. </span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;"><o:p></o:p></span></span></p> <p class="MsoBodyText" style="text-align:justify"><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;">Siento el contacto de tus dedos acariciando mis hombros, perfumados para ti, mientras rozas mi cuello con tu boca. Cierro los ojos un instante para sentir ese contacto intensamente. </span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;"><o:p></o:p></span></span></p> <p class="MsoBodyText" style="text-align:justify"><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;">Metes tus manos bajo mi camiseta y rozas levemente mis pechos, dibujando su perfil. Deslizas tus manos bajo la falda, sientiendo mi pulso aquí, en lo más profundo de mí. Acercas tus labios, los míos te esperan; sientes mi lengua. Me besas como si fuese la última vez, apretandome fuerte contra tu piel, hasta fundirse en una sóla. Me desabrochas la falda y la bajas, dejándola caer al suelo. Saco los pies de la falda y me descalzo. Me inclinas hacia la cama, hasta tumbarme completamente. Te arrodillas al lado, y me giras para colocarme boca abajo. No dejas de mirarme, de acariciarme, de besarme. Noto el fuego de tu aliento en mi piel. Vas quitando las medias lentamente, deleitandote, mientras vuelves a darme la vuelta, y sin sacar mi camiseta desabrochas el sujetador. Besas mis pechos, mis pezones, mi barriga, y bajas hasta mi sexo. Lo besas, sin quitarme las braguitas, y lo acaricias. Me estremezco, me mareo, siento calor, por dentro, por fuera. No pares. </span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;"><o:p></o:p></span></span></p> <p class="MsoBodyText" style="text-align:justify"><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;">Me las quitas, y siento la humedad de tu lengua, y el calor de tu boca. Separo un poco más las piernas; quiero tocarme yo también, pero no me dejas. Con una mano sujetas mis manos sobre mi cabeza mientras con la otra me tocas, me masturbas... Y entonces… el placer, el orgasmo, mis gemidos, tu respiración, mis fluídos, tu saliva…</span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;"><o:p></o:p></span></span></p> <p class="MsoBodyText" style="text-align:justify"><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;">Te incorporas y te desnudas, colocándote sobre mí. Estoy aturdida pero quiero más, quiero probarte. No me dejas. Te pones un condón. Sigues jugando, y masturbando, pero ahora ya no es tu mano. Y te siento dentro, despacio, lentamente, y te oigo gemir. Eso me excita todavía más. Te empujo, más adentro, y acompaño tu ritmo. Un vaivén de movimientos acompasados, con besos, con lenguas, con manos… gemidos, suspiros, susurros… segundos, minutos… </span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;"><o:p></o:p></span></span></p> <p class="MsoBodyText" style="text-align:justify"><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;">Te quedas recostado sobre mi pecho, jadeando, y te apartas a un lado. Me miras y sonríes. Yo también te sonrío. Una y otra vez. Sigo temblando, pero ya no es de temor sino de un inmenso placer que me ha recorrido de la cabeza a los pies.</span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;"><o:p></o:p></span></span></p> <p class="MsoBodyText" style="text-align:justify"><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;">Vas al baño, nos turnamos. Mientras salgo me preguntas si tomo algo fresco, cualquier cosa con hielo me vale. Te doy una tregua. Te cuento un chiste. Me tumbo de lado apoyando mi cabeza sobre mi brazo derecho, mirándote aquí a mi lado, sentado con las piernas cruzadas. Desnudo, sólo para mí. Me giro y tomo un cubito del vaso que me has dado, y lo meto en mi boca. Me has leído el pensamiento, porque acto seguido te tumbas y me invitas a probar. Me coloco sobre ti y te beso, pasando a tu boca el cubito helado. Un par de chupadas y me lo devuelves. Lo mantengo unos segundos en mi boca, dándole vueltas, enfriando mi lengua. Cuando está bien fría empiezo a lamer tu cuello, tu vello se eriza. Bajo hasta tus pezones. Dejo caer el cubito y lo deslizo, sobre cada uno de ellos, lamiendo el agua que deja a medida que se va derritiendo sobre tu piel caliente. Luego lo mastico hasta que desparece. Se acabó el cubito, pero mi lengua fría sigue bajando; noto tu erección sobre mi pecho. Y bajo un poco más. Primero un beso, luego un roce de lengua, por la punta, por arriba, por abajo. Tu piel quema en mi lengua que empieza a perder frío a medida que chupo y lamo un poco más. Quieres tocarme, pero ahora soy yo la que no te deja. Y sigo complaciéndote, un poco más rápido. Hasta que me dices que pare. Entonces cojo otro condón y te lo pongo. Y me siento encima, sintiéndola dentro otra vez. Esta vez marco yo el ritmo, y me deleito. Tú no quejas, así que sigo, y sigo, y sigo…</span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;"><o:p></o:p></span></span></p> <p class="MsoBodyText" style="text-align:justify"><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;">Me tumbo a un lado, exhausta, jadeante; cuerpos sudados, olor a sexo, placer infinito, lascivo, improvisado.</span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;"><o:p></o:p></span></span></p> <span style=""><i><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;">“Me alegro de haber venido”</span></span></i></span><span style=""><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;"> te susurro. </span></span><i><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;">“Yo me alegro más que tú”</span></span></i></span><span style=""><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;"> me respondes. Y me empiezo a quedar dormida, con tu olor en mí. Todo se va borrando hasta que mis ojos se cierran. Sólo noto tus dedos entre mi pelo, hasta que me duermo.</span></span></span><!--EndFragment-->Alter Egohttp://www.blogger.com/profile/15949185458048190142noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-117956622532245750.post-25035729978934545882008-05-17T00:47:00.004+02:002009-04-26T01:40:36.524+02:00Sueño de una noche de primavera… (III)<span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-weight: bold;"><span class="Apple-style-span" style="color: rgb(255, 0, 0);"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"><div><br /></div>-parte III- <span class="Apple-style-span" style="font-size:small;"><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;"><span class="Apple-style-span" style="color: rgb(0, 0, 0);"><a href="http://helga-alterego.blogspot.com/2008/05/sueo-de-una-noche-de-primavera-parte-i.html">(ver parte I)</a> <a href="http://helga-alterego.blogspot.com/2008/05/sueo-de-una-noche-de-primavera-ii.html">(ver parte II</a></span></span></span><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;"><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;"><span class="Apple-style-span" style="color: rgb(0, 0, 0);"><a href="http://helga-alterego.blogspot.com/2008/05/sueo-de-una-noche-de-primavera-ii.html">)</a></span></span></span></span></span></span></span><div><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;"><br /></span></span></div><div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: arial;"><br /></span></div><a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhdponce9aJirTrLg0UgYW4ysV7AL6TfnBmJozGrwqYAg33m0eZRbX3QaVOeXd7EVaRv6BAXy7RJ0o2mDc2ts6zkmiag9Aboppo4NSB_33h6p8zMP6OX2QgNL3Sr1GobnTIjlJz3DKdU1w/s1600-h/hotel01.jpg"><img src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhdponce9aJirTrLg0UgYW4ysV7AL6TfnBmJozGrwqYAg33m0eZRbX3QaVOeXd7EVaRv6BAXy7RJ0o2mDc2ts6zkmiag9Aboppo4NSB_33h6p8zMP6OX2QgNL3Sr1GobnTIjlJz3DKdU1w/s200/hotel01.jpg" border="0" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5328778028500831922" style="float: left; margin-top: 0px; margin-right: 10px; margin-bottom: 10px; margin-left: 0px; cursor: pointer; width: 200px; height: 200px; " /></a><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style=" ;font-family:arial;">La luz entra por la ventana. Abro los ojos y ahí estás, a mi lado, tumbado boca abajo, dormido. Me levanto sin hacer ruido para ir al baño. El espejo me devuelve mi imagen despeinada, desaliñada, pero feliz. Y sonrío yo sóla. Me refresco un poco con una ducha rápida.</span><br /></div><!--StartFragment--><p class="MsoBodyText" style="text-align:justify"><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;"><o:p></o:p></span></span></p> <p class="MsoBodyText" style="text-align:justify"><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;">Cuando salgo estás despierto, y me acerco. Me das los buenos días y te incorporas. Cuando sales del baño hueles mi piel; </span></span><i><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;">“ahora ya no huele a ti, sólo a jabón”</span></span></i><span style="font-style:normal"><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;"> te digo. </span></span></span><i><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;">“Eso tiene fácil solución”</span></span></i><span style="font-style:normal"><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;"> me respondes. Y me acorralas en tus brazos, besándome de nuevo, encendiéndome otra vez. Me acaricias la espalda, el culo, las piernas, y me susurras que me tumbe otra vez. Yo obedezco, con las mejillas ardiendo. Boca abajo me tocas, ummmm cómo me tocas, buscando una puerta trasera… y la encuentras, y la abres. Primero un dedo, luego dos. Otro condón. Después tú sobre mi, muy despacio, poco a poco, te voy sintiendo; primero dolor, después lentamente placer. Ahora si que me dejas tocarme, con mi mano bajo mi cuerpo, acompañando tus caderas. Esta vez acabas antes que yo. Yo no tardo mucho más. </span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;"><o:p></o:p></span></span></span></p> <p class="MsoBodyText" style="text-align:justify"><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;">Ya no vuelvo a ducharme, me llevo tu olor para que me acompañe en el viaje de vuelta. La vuelta, ya me tengo que ir.</span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;"><o:p></o:p></span></span></p> <p class="MsoBodyText" style="text-align:justify"><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;">Nos vestimos, sin prisa, y bajamos a recepción. Pago mi habitación y con un “buen viaje” me despide el conserje. Salimos a la calle a buscar un taxi. Tengo hambre, pero he de coger el tren. </span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;"><o:p></o:p></span></span></p> <p class="MsoBodyText" style="text-align:justify"><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;">Ya hemos llegado a la estación; la despedida. Un abrazo muy fuerte, un beso largo, con lengua. </span></span><i><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;">“¿Volveremos a vernos?”</span></span></i><span style="font-style:normal"><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;"> preguntas. </span></span></span><i><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;">“Quizá. Creo que ha sido inolvidable y creo que también irrepetible…Querer igualar esta noche va a ser difícil…”</span></span></i><span style="font-style:normal"><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;"> Te respondo. </span></span></span><i><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;">“Entonces, mejor recordarlo así ¿no?”</span></span></i><span style="font-style:normal"><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;"> me dices guiñándome un ojo. Subo al tren y me acomodo. Tarda un poco en salir, pero te esperas. Mientras se mueve te veo alejarte poco a poco, con las manos en los bolsillos. Cuando ya casi no te distingo, me parece ver un beso en tu mano….</span></span></span></p><p class="MsoBodyText" style="text-align:justify"><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;"><o:p></o:p></span></span></p> <p class="MsoBodyText" style="text-align:justify"><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;">Y suena el despertador. Voy al baño y el espejo de casa me devuelve la misma imagen despeinada y desaliñada del hotel. Igual de feliz. Miro el móvil y sorprendida leo un mensaje tuyo: </span></span><i><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;">“…de todos modos, me encantaría volver a verte…” </span></span></i><span style="font-style:normal"><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;">¿No ha sido un sueño? Y sonrío yo sóla, otra vez.</span></span><o:p></o:p></span></p> <!--EndFragment--> </div>Alter Egohttp://www.blogger.com/profile/15949185458048190142noreply@blogger.com0