sábado, 17 de mayo de 2008

Sueño de una noche de primavera… (III)


-parte III-                                          (ver parte I)       (ver parte II)


La luz entra por la ventana. Abro los ojos y ahí estás, a mi lado, tumbado boca abajo, dormido. Me levanto sin hacer ruido para ir al baño. El espejo me devuelve mi imagen despeinada, desaliñada, pero feliz. Y sonrío yo sóla. Me refresco un poco con una ducha rápida.

Cuando salgo estás despierto, y me acerco. Me das los buenos días y te incorporas. Cuando sales del baño hueles mi piel; “ahora ya no huele a ti, sólo a jabón” te digo. “Eso tiene fácil solución” me respondes. Y me acorralas en tus brazos, besándome de nuevo, encendiéndome otra vez. Me acaricias la espalda, el culo, las piernas, y me susurras que me tumbe otra vez. Yo obedezco, con las mejillas ardiendo. Boca abajo me tocas, ummmm cómo me tocas, buscando una puerta trasera… y la encuentras, y la abres. Primero un dedo, luego dos. Otro condón. Después tú sobre mi, muy despacio, poco a poco, te voy sintiendo; primero dolor, después lentamente placer. Ahora si que me dejas tocarme, con mi mano bajo mi cuerpo, acompañando tus caderas. Esta vez acabas antes que yo. Yo no tardo mucho más.

Ya no vuelvo a ducharme, me llevo tu olor para que me acompañe en el viaje de vuelta. La vuelta, ya me tengo que ir.

Nos vestimos, sin prisa, y bajamos a recepción. Pago mi habitación y con un “buen viaje” me despide el conserje. Salimos a la calle a buscar un taxi. Tengo hambre, pero he de coger el tren.

Ya hemos llegado a la estación; la despedida. Un abrazo muy fuerte, un beso largo, con lengua. “¿Volveremos a vernos?” preguntas. “Quizá. Creo que ha sido inolvidable y creo que también irrepetible…Querer igualar esta noche va a ser difícil…” Te respondo. “Entonces, mejor recordarlo así ¿no?” me dices guiñándome un ojo. Subo al tren y me acomodo. Tarda un poco en salir, pero te esperas. Mientras se mueve te veo alejarte poco a poco, con las manos en los bolsillos. Cuando ya casi no te distingo, me parece ver un beso en tu mano….

Y suena el despertador. Voy al baño y el espejo de casa me devuelve la misma imagen despeinada y desaliñada del hotel. Igual de feliz. Miro el móvil y sorprendida leo un mensaje tuyo: “…de todos modos, me encantaría volver a verte…” ¿No ha sido un sueño? Y sonrío yo sóla, otra vez.

No hay comentarios: